MADRID.- En cuestión de unos kilómetros, Alberto
Contador recordó dos de las últimas llegadas a Gap del Tour de Francia. Su
ataque en 2011 y la caída de Joseba Beloki en 2003. Por fortuna su accidente
fue mucho más leve que el que acabó con la carrera del corredor vasco, pero
puso final abrupto a su apuesta firme por probar a Chris Froome. En línea de
meta sólo Movistar tuvo razones para festejar: Rui Costa se llevó el triunfo de
etapa y Nairo Quintana arrebató el quinto puesto a Laurens Ten Dam (Belkin).
Contador había avisado de todas las maneras
posibles. Como bicampeón del Tour, un podio le sabe a poco. Lo va a intentar
hasta el último día, por más que esté a 4:25 de un líder muy superior o que
este desgaste pueda costarle un puesto en el cajón de los Campos Elíseos. En
efecto lo pudo poner en peligro en una curva mal trazada, una idéntica a esa en
la que Beloki se desgarró de dolor. Afortunadamente no perdió el control de la
bicicleta y salvó el percance con algún rasguño en la mano derecha.
De nuevo el maillot amarillo, pegado a su espalda,
fue rápido para evitar un mal mayor. Chris Froome no tuvo que atravesar el
campo como Lance Armstrong, sino que echó mano al freno. Hasta entonces Alberto
Contador había sido muy agresivo, lanzando la bicicleta en la salida de cada
curva para mantener en tensión al líder de la carrera. Con ayuda de Richie
Porte, ambos se reintegraron en el grupo de favoritos y firmaron tregua hasta
mañana.
Se cerró sin consecuencias un día que por fin vio a
los hombres de la general decididos a incomodar a Chris Froome. Vista la
insultante superioridad del británico en la alta montaña y las contrarrelojes,
queda en manos del resto de aspirantes plantear una guerra de guerrillas.
El Katusha abrió fuego con Joaquim Rodríguez, Dani
Moreno y Alberto Losada. El ritmo de los tres corredores españoles seleccionó
un grupo de cabeza sin Ten Dam, ni Jakob Fuglsang (Astana), y con Richie Porte
como único gregario del líder. Acto seguido la ofensiva pasó a manos de Alberto
Contador y Roman Kreuziger. Un ataque, otro, otro y otro. Labor de desgaste.
Laboratorio de pruebas para los días que están por venir.
La idea de Contador era prolongar ese esfuerzo hasta
la línea de meta, pero una mala curva dejó en nulo este primer asalto. No habrá
cambios en la general más allá del puesto que ganan Nairo Quintana (ahora
quinto) y Joaquim Rodríguez (séptimo). Queda en una declaración de intenciones:
mientras haya terreno, habrá batalla. Mañana en la cronoescalada puede ser
Chris Froome quien golpee.
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