OAKLAND. - Los Atléticos perdieron el Juego 1 de su
Serie Divisional de la Liga Americana ante los Tigres por 3-2.
Sin embargo, los dos latinoamericanos que fueron
titulares pusieron de su parte por el equipo de Oakland en la causa perdida.
Es verdad que el dominicano Bartolo Colón cargó con
la derrota al permitir tres carreras en 6.0 entradas. Pero luego de conceder
esas tres vueltas en el primer episodio, el veterano se repuso para dejar en
cero a Detroit el resto del camino y por lo menos darle la oportunidad de
remontar a su equipo.
"Me siento bien por eso", dijo Colón.
"Mantuve el juego así, como estaba, 3-0. Nosotros pudimos haber ganado
también".
Colón, ganador de 18 juegos en la temporada regular,
se vio algo errático en aquella primera entrada. Le permitió doble al primer
bateador del partido, Austin Jackson. Acto seguido le propinó un bolazo a Torii
Hunter y permitió sencillo empujador del venezolano Miguel Cabrera.
Anotó una más con doble-play de un batazo de Prince
Fielder y, después de un "tubey" del venezolano Víctor Martínez,
Detroit anotó su tercera rayita con sencillo de Alex Avila.
No fue la forma en que quería empezar Colón y los
Atléticos, pero fue el último daño que le hicieron.
"Parecía que par de pitcheos le quedaron altos,
pero el lanzador abridor es más vulnerable al principio del juego", dijo
el manager de los Atléticos, Bob Melvin. "Pero él se repuso y pitchó bien.
"Estuvo fuera de ritmo y se vieron bolas arriba
en la zona", continuó el piloto. "Es un batallador, así que se tomó
un inning para volver a su ritmo".
El verdadero culpable de la derrota de los locales
no fue propiamente Colón, sino una anémica ofensiva que conectó apenas tres
hits y que recibió 16 ponches en el juego frente a Max Scherzer, Drew Smyly y
el dominicano Joaquín Benoit.
El punto luminoso del ataque de Oakland fue el
cubano Yoenis Céspedes, quien conectó dos de los tres hits del equipo y empujó
ambas carreras. Después de haber dado triple en su primer turno del encuentro,
el toletero disparó cuadrangular de dos vueltas frente a Scherzer en el séptimo
inning que produjo la mayor reacción de los 48,401 aficionados que dijeron
presente en el O.co Coliseum.
"Eso no se busca, sino que sale", comentó
Céspedes acerca de su batazo. "Me tiró un strike, fui a pegarle nada más a
la bola y salió de jonrón".
Para Céspedes, fue su primer vuelacercas en
postemporada y extendió a seis su racha de juegos de playoff bateando de hit,
ya que el cubano conectó indiscutible en cada uno de los cinco partidos de la
Serie Divisional de Oakland en el 2012, también contra los Tigres.
Con sus batazos del viernes, Céspedes se unió a
Rickey Henderson como los únicos integrantes en la historia de los Atléticos en
dar triple y jonrón en un mismo juego de postemporada (Henderson lo hizo en el
Juego 4 de la Serie Mundial de 1989).
"Céspedes fue grande", dijo el jardinero
de los Atléticos, Josh Reddick. "Él fue la ofensiva entera, aparte de las
tres bases por bolas de Coco (Crisp). En realidad nadie más ejecutó.
"Él nos cargó sobre sus hombros, lo cual ha
hecho durante toda su carrera".
Son elogios bonitos, pero el mismo Céspedes sabe que
necesita ayuda para que Oakland pueda evitar caer en un hoyo de 0-2 en esta
serie. El Juego 2 será el sábado, aquí mismo en el Coliseo.
"Esto no depende de mí nada más", dijo el
cubano. "Esto es el equipo completo. Hoy estuve bien pero esperamos que
(el sábado) todo el mundo esté bien".
Por DAVID VENN/LasMayores.com
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