El portugués Cristiano Ronaldo es un atleta. Su
físico es una escultura, a veces exagerada para ser futbolista. Es un jugador
completo: buen remate, veloz, gran salto, potente y ágil a la vez. Pero el
secreto de su preparación, según reveló El Mundo, es congelarse.
La crioterapia es la fórmula que CR7 eligió para
mantener su alto nivel. Consiste en un tratamiento con frío a extremas
temperaturas. En sesiones cortas, de dos o tres minutos, se somete a
sensaciones térmicas durísimas, cercanas a los 200 grados bajo cero.
Alguien podría relacionar esta actividad con un
método de tortura, pero las sensaciones posteriores, aseguran, son muy
gratificantes. La circulación sanguínea se incrementa, al igual que la
liberación de endorfinas.
Es como un reinicio del organismo. Muchos
deportistas de alto rendimiento lo utilizan para recuperar lesiones o
esfuerzos, pero el delantero del Real Madrid, lo aplica con un poco más de
frecuencia.
La naturalidad de este método, Cristiano la
incorporó en la clínica Cryosalud y Belleza, en Pozuelo. Acudía meses atrás a
recibir un par de sesiones a la semana, pero fue por más, y decidió hacerse con
una "criosauna" y seguir el tratamiento en la comodidad su casa.
El futurista aparato, valorado en 45.000 euros
(61.000 doláres), lo instaló en su vivienda de la Finca, la lujosa urbanización
donde residen la mayoría de los futbolistas merengues. Ni en la intimidad
descansa. El secreto del éxito de Cristiano Ronaldo tiene una cuota de frío.
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