Quizás los Tigres están abiertos a canjear al
abridor derecho Max Scherzer este invierno, como se ha venido rumorando.
Quizás las ofertas por Scherzer son o serán
atractivas.
Quizás ofrecer al mejor postor a un lanzador quien
tiene apenas 29 años de edad, acaba de ganar el trofeo Cy Young por la Liga
Americana, es cliente de Scott Boras y es elegible para la agencia libre en
menos de 12 meses tenga todo el sentido del mundo.
Pero todo lo dicho anteriormente no asegura que
Scherzer vaya a ser canjeado por los Tigres.
"Todo lo que han hecho en los últimos
años", dijo un evaluador, "ha sido con la Serie Mundial en
mente".
En efecto. La única posible excepción es la
contratación de un manager sin experiencia en Brad Ausmus para reemplazar al
legendario Jim Leyland. Pero eso dice más acerca del estado del proceso de
contratación de un timonel y la relación entre el capataz y el gerente general
en el juego hoy en día que acerca de las intenciones de los Tigres.
Los felinos siguen teniendo la mentalidad de ganar
ahora, y su viejo núcleo se combina con su viejo propietario (Mike Ilitch
cumple 85 años el próximo verano, y su gran anhelo de ganar una Serie Mundial
está bien documentado al igual que respetado) como para quitarle urgencia a su
deseo de ganarlo todo.
Por lo tanto, canjear al gran Max, maniobra
doblemente atractiva ya que les ahorraría dinero y podría inyectarle juventud a
la organización, no tendría mucho sentido tomar muy en serio a los Tigres.
Esta situación está muy lejos de ser la misma que
los Rays enfrentan con David Price (quien, a propósito, es una ficha de cambio
más valiosa, dado el hecho de que es zurdo, tiene dos años bajo control
contractual y es muy posible que acuerde una extensión a largo plazo antes de
ser elegible para la agencia libre). Los Tigres, dicho simplemente, están tan
sumergidos en el modelo de "ganarlo todo cueste lo que cueste" como
para tratar de querer salir de éste. Su única opción ahora es tratar de ganarlo
todo o irse a la quiebra intentándolo.
A pesar de ello, los rumores no dejarán de circular,
porque sería tonto para el presidente y gerente general del club Dave
Dombrowski no escuchar al menos lo que los otros equipos tienen que decir. Y
Scherzer, a propósito, estará bien atento a cada rumor que esté circulando sobre
él. De hecho, el derecho es uno de los pocos peloteros quienes admiten
abiertamente que disfrutan analizar el béisbol como un negocio.
Scherzer también ha dicho que está dispuesto a
platicar sobre una posible extensión de contrato (no todos los clientes de
Boras demuestran que están abiertos a la idea), pero los Tigres tienen que
determinar si tienen la capacidad de tomar ese camino. Detroit ya tiene
comprometidos US$90 millones en cuatro jugadores -- Prince Fielder (US$24
millones), los venezolanos Miguel Cabrera (US$22 millones) y Aníbal Sánchez (US$16.8
millones), además de Justin Verlander (US$28 millones) -- en 2015. Y esa es la
última temporada que tendrán a Cabrera bajo contrato, lo que podría generar una
situación en la que los Tigres enfrenten el dilema de volver a firmar al dos
veces Jugador Más Valioso vs. Scherzer.
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