Claudio Nasco "pervertía" a menores, según parientes de acusados

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los familiares de los tres jóvenes detenidos por el asesinato del presentador de noticias Claudio Nasco acusaron al fallecido comunicador de pervertir, desde hace más de cuatro años, a menores de edad del populoso sector Hato Nuevo, de Santo Domingo.

Casilda Pérez, madre del imputado Oscar Pérez (Yandel), de 19 años, explicó que, aproximadamente, por ese periodo de tiempo, Nasco mantenía una relación de pareja con su hijo.

Contó que el periodista de CDN, canal 37, llamaba con frecuencia a su vástago al celular. “Cada rato me le hacía esa llamada. Yo le decía: dile a esa novia que no te llame tanto, a esa mujer…”, añadió la madre del imputado, en declaraciones a medios televisivos.

Pérez guarda un año de prisión preventiva, junto a Luis Manuel Estévez Ponciano (Macuto o Anderson), de 20 años, y Joel Rafael Miliano Rodríguez (Pateo), de 18, como presuntos responsables de asesinar a Nasco, de  37. La víctima era un exseminarista católico que alcanzó popularidad en los medios. El cuerpo del comunicador fue encontrado, la noche del pasado viernes, en una cabaña, acuchillado, atado y amordazado.

Los vecinos de los detenidos aseguran que Nasco tenía la costumbre ir a “pervertir” a los jóvenes del sector para que mantuvieran relaciones sexuales con él a cambio de prendas de vestir, como zapatos y ropa de marca.

Los entrevistaron mostraron piezas de una pasola (motocicleta) que el asesinado habría regalado a Pérez a cambio de supuestos favores sexuales.

Insistieron en que Nasco acudía con frecuencia al sector en su “jeepeta” Nissan, Murano, con el objetivo de reclutar a jóvenes para sexo.

“Esa ‘jeepeta’ venía dos y  tres veces a la semana y montaba a ese muchacho (Yandel Pérez) ahí en el parque, él con la ropa de la escuela. Él (Nasco) nunca se apeaba (bajaba) de la ‘jeepeta’…,pero la jeepeta era común por aquí esa jeepeta”, dijo Alejandro Frías, quien insistió en que el comunicador “pervertía” a los jóvenes del barrio.




Por PANKY CORCINO/Edlp

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