NUEVA YORK.- Ignacio Toribio, de 55 años, está a
unos días de quedarse sin su último salvavidas económico. El 29 de diciembre se
convertirá en una de las 1.3 millones de víctimas colaterales en todo el país
del acuerdo presupuestario bipartidista aprobado por la Cámara de
Representantes la semana pasada.
Desde que hace seis meses perdió su trabajo en una
empresa de limpieza, Toribio depende de los $135 que cobra a la semana por
seguro de desempleo. Él contaba con recibir esta ayuda seis meses más, pero el
Congreso decidió no incluir este año en el presupuesto una prórroga que estaba
vigente desde el comienzo de la recesión en 2008 para ayudar a los desempleados
a largo plazo (aquellos que llevan más de 26 semanas sin trabajo).
"Con ese dinero me defendía, aunque tuviese que
buscar cupones para comer todos los días", cuenta el residente en
Brooklyn, mientras sostiene una carta del Departamento de Trabajo que le
notifica del cese de cobro de beneficios. "Si no encuentro un trabajo
pronto, no sé qué voy a hacer".
El presupuesto que aprobó el Congreso y que se
espera que sea ratificado por el Senado esta misma semana, no incluye una
extensión de estos fondos federales de ayuda (US$26 mil millones). Los mismos no
fueron incluidos debido a la presión de republicanos que defendían que esta
medida no hacía nada por incentivar el empleo.
"Cuando permites que la gente continúe
recibiendo ayudas de desempleo por 99 semanas, estás contribuyendo a que se
conviertan en desempleados perpetuos", dijo el senador conservador de
Kentucky Rand Paul.
Noventa y cuatro congresistas, incluyendo las
representantes de Nueva York Nydia Velázquez e Yvette Clarke, votaron en contra
del recorte.
Por
JUAN MATOSIAN/Edlp


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