NUEVA YORK.- El gobernador Andrew Cuomo tiene hasta
fin de mes para otorgar el perdón a algún preso estatal, pero no está claro si
hará uso de su prerrogativa. Una fuente de su oficina anunció que no iba a haber ningún perdón. Al cierre de esta edición, sin embargo, la
misma fuente confirmó que se estaban "revisando las peticiones" de
indulto.
Unas horas antes, amigos y familiares de Pascual
Carpenter, un "campana" (miembro de la banda que alerta al resto que
se acerca la policía) condenado por el asesinato en 1990 del turista Brian
Watkins, presentaron 1,000 firmas pidiendo su perdón al Gobernador. Carpenter,
quien tenía 18 años cuando se produjo el hecho, estaba desarmado y no participó
directamente en el asalto.
Cuomo no hizo uso de su poder en ninguno de los dos
años anteriores de su mandato. En los últimos días de 2010, su predecesor David
Paterson perdonó a 24 inmigrantes cuya deportación había sido ordenada por
delitos antiguos. El anterior gobernador, George E. Pataki, llegó a conceder
clemencia hasta en 31 ocasiones, normalmente en la temporada navideña.
La clemencia ejecutiva consiste en el perdón de un
crimen y la cancelación, en parte o en su totalidad, de la sanción
correspondiente. Todos los países practican alguna forma de este derecho de
gracia otorgándolo a individuos que han demostrado haber cumplido su deuda con
la sociedad o que se merecen el perdón.
En el estado de Nueva York, su constitución
especifica que el ejecutivo puede ejercer clemencia "para todos los
crímenes, excepto el de traición y los casos de juicio político". Esta
clemencia tiene tres niveles: conceder alivio o reducción del tiempo de la
condena; cambiar el castigo por uno menos severo; y perdonarles y dejarles en
libertad.


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