NUEVA YORK.- Una coalición de organizaciones
sociales, políticas y religiosas pidieron el jueves al Concejo de Nueva York
que apruebe medidas legales para proteger a los empleados de la industria del
lavado de coches, en su mayoría inmigrantes.
El Comité de Trabajo del organismo municipal escuchó
argumentos sobre el proyecto de ley, que impulsa la concejal Melissa Mark
Viverito, y que, de aprobarse, exigiría licencias anuales para el
establecimiento, y evidencias de que se paga por los beneficios a los
empleados, como el derecho al desempleo y seguro por incapacidad, con los que
no cuentan en este momento.
El proyecto dispone además que los dueños de los
establecimientos de lavado de coches adopten medidas para proteger el
medioambiente y presentar evidencia de que cumplen con ese requerimiento.
Trabajadores de esta industria o
"carwasheros", como les llaman habitualmente, se han quejado de
erupciones en la piel y problemas de asma como resultado del manejo de los
productos químicos que usan para lavar los vehículos.
Con gritos de "Sí se puede", trabajadores
de esta industria, activistas y representantes de la unión acudieron hoy a la
alcaldía para dejar escuchar su voz y participar en la audiencia, entre ellos
el salvadoreño Juan Carlos Rivera, quien aseguró a Efe que ha sido víctima de
represalias por su jefe por participar del movimiento que exige que se regule
esta industria.
"Me dejó una semana sin trabajar", recordó
Rivera, quien con su salario de $300 a la semana, o menos de esa cantidad,
mantiene a su esposa y dos hijos pequeños.
Rivera denunció, durante la conferencia de prensa,
que por orden de la empresa para la que trabaja se ven obligados a depositar en
la calle o alcantarillas los residuos de químicos y agua sucia que han usado
para lavar los coches.
"Siempre nos advierten que tengamos cuidado con
la Policía", reveló el trabajador, quien recordó además que antes la
empresa pagaba a una compañía que recogía esos residuos.
"Me preocupa nuestra salud y la de otras
personas", argumentó.
Las condiciones en el lugar de trabajo no son las
mejores ya que no cuentan con ningún beneficio ni salario fijo.
"Nos pagan según lo que trabajemos y hay veces
que nos envían a las casas porque el día está flojo, a veces trabajamos sólo
dos o tres días", indicó, y confesó que para poder sobrevivir con el poco
dinero que ganan muchas veces camina hasta su lugar de trabajo, y su familia
comparte el hogar con otras personas para afrontar los gastos.
Trabajadores denunciaron además que si se rompe
alguna pieza del coche que lavan, los dueños del establecimiento les quitan de
sus propinas para pagar por ello al dueño del vehículo.
Los concejales Robert Jackson y Jumanee Williams
dijeron que es "inaceptable" que estos empleados continúen trabajando
bajo esas condiciones.
"Están trabajando afuera en temperaturas frías
para mantener a sus familias. Moralmente estamos obligados a hacer algo por
ellos. Otra cosa es inaceptable", afirmó Williams.
Jackson destacó por su parte que cada empleado de
esta industria "merece un salario decente, un ambiente seguro de trabajo y
derecho a pertenecer a una unión sin represalias".
El proyecto, presentado el año pasado, continua aún
en busca de apoyo en el Concejo, que en enero continuará con nuevos miembros,
lo que no afectará al proceso, aseguró Mark Viverito, quien dijo estar
comprometida a continuar trabajando con sus nuevos colegas, como Antonio
Reynoso, de origen dominicano, que hoy dio su apoyo a la propuesta.
"Yo también lavé coches cuando estaba en la
universidad y sé que con ese salario no se puede vivir", afirmó.
Por su parte, el representante de la unión, Stuart
Appelbaum, aseguró que si el Concejo aprueba la propuesta será una ley que
protegerá a los trabajadores, los consumidores y el medioambiente.
No hay comentarios.: