Considerado uno de los íconos de la música folk
estadounidense y con un discurso antibelicista en sus piezas, Pete Seeger
decidió habitar en la eternidad de sus canciones.
Es la misma ciudad que lo vio nacer, Nueva York, la
que le dice «adiós» al afamado cantautor, quien a sus 94 años de edad todavía
peleaba por un mundo libre de guerras y lleno de paz.
Seeger —quien falleció «por causas naturales», según
explicaron este martes medios de prensa— mantuvo entrañables lazos de amistad
con Cuba, y fue famosa su versión de La Guantanamera, de Joseíto Fernández.
Sus batallas en defensa de los derechos civiles,
encontraron eco en su música, llena también del respeto que debía caracterizar
las relaciones de su país con el mundo, lo cual tuvo un costo político para su
carrera. Por ello fue perseguido en los tiempos del macarthismo y sus canciones
censuradas en los medios de comunicación.
Pete fue mentor de importantes cantautores de EE.UU.,
como Bob Dylan y Joan Báez, e inspiró la obra de Bruce Springsteen. Sus
primeros pasos en el arte los dio en la década de los 40, cuando formó parte de
bandas como The Almanac Singers y The Weavers. Sus piezas The Hammer Song y
Waist Deep, entre otras, son verdaderos himnos de paz y mejoramiento humano.
A propósito de su gira por Norteamérica en 2010, el
trovador Silvio Rodríguez dijo que Pete era «un reparador de sueños», cuya
«vida ha sido un ejemplo de fraternidad, de amor a los humanos y a la naturaleza.
Él es una canción que deberíamos aprender».
Fuente
JUVENTUD REBELDE
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