El Vaticano expulsa a sacerdote de Arecibo, van seis desde el 2011

SAN JUAN, Puerto Rico.-  Tras una pesquisa que duró cerca de tres años, El Vaticano emitió un decreto en el que expulsa del sacerdocio al cura de la Diócesis de Arecibo José Colón Otero, eje de denuncias de índole sexual y violaciones al sigilo sacramental que sacudieron la Diócesis de Arecibo y a la parroquia San Martín de Porres.

Con esto, Colón Otero se convirtió en el sexto sacerdote de la Diócesis de Arecibo en ser expulsado por El Vaticano desde el 2011.

Hace poco más de dos semanas el obispo de la Diócesis de Arecibo, el monseñor Daniel Fernández Torres, citó a Colón Otero y le notificó la sentencia de El Vaticano que determinó es culpable de violaciones a los Cánones Eclesiásticos.

Actualmente, Colón Otero se encuentra en un proceso de apelar el fallo condenatorio de El Vaticano y tiene hasta el 14 de marzo para culminar la apelación, según establece el decreto de expulsión y confirmó a este diario el propio Colón Otero.

El Nuevo Día le solicitó ayer una reacción al obispo Fernández Torres sobre el decreto de expulsión de Colón Otero pero éste, quien se encuentra fuera de Puerto Rico, rehusó hablar sobre el mismo.

“Tengo por norma general no comentar nada sobre procesos que no sean finales y firmes”, dijo Fernández Torres a través de su portavoz de prensa Vivian Maldonado.

Una determinación de expulsión del estado clerical de un sacerdote constituye la pena máxima que puede aplicar la Iglesia Católica como institución.

Según la página web de la Diócesis de Arecibo y su enlace de abuso sexual desde el 2011, El Vaticano ha expulsado del sacerdocio otros cinco curas identificados como Tomás Pagán, Andrés Dávila, Edwin Mercado, Pedro Hernández y Efraín Montesino.

Desde el 10 de marzo de 2011, el obispo de Arecibo, el monseñor Fernández Torres, suspendió a Colón Otero del ejercicio de su ministerio sacerdotal mientras se investigaban las denuncias en su contra.

Se defiende Colón Otero

Sin embargo, anoche Colón Otero se defendió de las imputaciones de índole sexual que se han hecho en su contra y puntualizó que el decreto establece que la razón de su expulsión es por violentar el secreto de confesión.

“En el decreto, el obispo de Arecibo pide la expulsión de mi estado clerical porque alegadamente violenté el sigilo sacramental a unas personas (revelar el secreto de confesión). De los cargos que me imputaban de toda índole sexual quedé exonerado”, subrayó Colón Otero.

Asimismo, el ahora expulsado sacerdote indicó que el fallo condenatorio no es final y firme hasta que culmine su derecho de apelación y que El Vaticano se exprese.

“Eso es un sentencia en primera instancia que sale del obispo de Arecibo y solicitada por él a la Santa Sede en Roma. Eso no es final y firme porque eso da un recurso de apelación. Ese recurso de apelación establece que tengo 60 días para poder responder a ese decreto y en ese proceso me encuentro. Eso es parte de un proceso canónico que aun no ha finalizado”, sostuvo Colón Otero.

Mientras, el padre Orlando Lugo, quien colabora con la asesoría de legal de Colón Otero, destacó que el expulsado se le violó el debido proceso de ley según lo establece el Derecho Canónico.

“Desde el principio nunca le dijeron al padre José cuántas veces violentó el secreto de confesión ni se le dió oportunidad de defenderse. Se le negó el derecho a la defensa en los cargos por los que ahora se sentencia y entendemos que tenemos la prueba para prevalecer en la apelación del decreto ante el Vaticano”, dijo Lugo.

Lugo explicó además que el delito contra Colón Otero de violentar el secreto de confesión nunca estuvo en el pliego acusatorio original y se quejó de que este diario conociera sobre el confidencial decreto contra Colón Otero.

“Nos sorprende que esta información esté en manos de la prensa cuando se trata de un asunto confidencial. Desde el principio hemos dicho que se está filtrando esto desde la curia porque este decreto solo lo tiene el obispo de Arecibo y José Colón Otero”, apuntó Lugo.

Investigador de EEUU

Este diario entrevistó a Manuel Vega, un expolicía de California, miembro de la Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) y quien fue víctima de abuso sexual por parte de un cura, y éste reveló que durante el 2010 y 2011 estuvo en Puerto Rico realizando una pesquisa para la Red sobre los presuntos abusos a menores en la Diócesis de Arecibo. Como parte de la investigación, entrevistó a varias víctimas.

Específicamente Vega aseguró a este diario que entrevistó a un joven que alegó ser víctima de agresión sexual por parte de Colón Otero. El joven le aseguró que la Iglesia Católica encubrió sus denuncias, indicó el investigador.

“Hablé con una de las víctimas del padre Colón y me dijo que tuvo relaciones sexuales con el padre Colón, que su corazón está destrozado, que habló con sus superiores y que ellos le dijeron que no dijera nada, que eso era un asunto entre él y Dios. Es lamentable. Todos los curas están involucrados porque todos guardan secretos de todos”, subrayó Vega a este diario.

Una de las supuestas víctimas del ahora expulsado Colón Otero envió una carta a Roma dejando saber que había sido agredido sexualmente por este sacerdote. La misiva, con fecha del 11 de octubre de 2011 y de la cual este rotativo obtuvo copia, fue escrita por una de las presuntas víctimas del padre Colón al delegado enviado por El Vaticano a Puerto Rico a investigar a este sacerdote.

En la carta, la víctima expresa que las agresiones sexuales de las que supuestamente fue víctima comenzaron con un proceso de preparación para ganar su confianza desde los 16 años.

“Se fue ganando mi confianza, me colmó de regalos, viajes, carros; me decía que me quería como si fuera mi padre y que deseaba llenar el vacío emocional que tenía... Me invitó a viajes costosos a Europa y a Disney y cuando ya había preparado el terreno y me había cultivado, entonces lanzó el zarpazo. Sería un error ver solamente la acción final y pasar por alto lo que la psicóloga llamaba ‘la fase preparatoria del depredador sexual’ ”, indica la carta de la víctima.

La víctima añadió en la misiva dirigida al padre Pedro Funes, de la Congregación de la Doctrina de la Fe e investigador, que el padre Colón Otero “agredió sexualmente también” a otro joven que lo acompañó a un viaje a Europa.

“Otro dato importante es que cuando fui a hablar con el obispo (Iñaki) Mallona al respecto no hizo nada. Es más, el obispo me dijo que no pusiera nada por escrito y al final de la conversación me dijo que no dijera nada a nadie y me regaló una gorra”, denunció la víctima en su carta. No fue posible contactar a Mallona.

Este joven concluyó su misiva expresando estar a la disposición de continuar cooperando con la investigación en contra del padre Colón Otero, con el propósito de que se esclarezca el caso y se haga justicia a todas las víctimas.

El Nuevo Día habló con ese joven pero éste pidió no ser identificado.




Por LIMARYS SUÁREZ TORRES

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