VIENA.- Los productos falsificados son un riesgo
para la salud, promueven la explotación laboral y generan un negocio ilícito de
250,000 millones de dólares que en gran parte acaba en los bolsillos del crimen
organizado, advirtió hoy la ONU en una campaña de concienciación.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (ONUDD) lanzó hoy la campaña "Productos falsificados - no apoyes el
crimen organizado", en la que informa que comprar esos artículos, además
de poner en riesgo la salud, financia el tráfico ilegal de inmigrantes,
destruye trabajo legal y genera daños medioambientales.
"La producción y distribución de productos
falsificados presenta un negocio de bajo riesgo y alta rentabilidad para los
delincuentes. La falsificación alimenta las actividades de blanqueo de dinero y
propicia la corrupción", declaró el director ejecutivo de la ONUDD, Yury
Fedotov, en un comunicado emitido en Viena.
En la web http://www.unodc.org/counterfeit/ se puede
obtener más información de la campaña y ver un vídeo sobre las implicaciones de
la compra de un producto falsificado.
Además, la ONU denuncia que "existen pruebas de
cierta participación o solapamiento (de las redes de falsificación) con el
tráfico de drogas y otros delitos graves".
En 2013, un programa de la ONU junto con la
Organización Mundial de Aduanas detectó mercancías falsificadas en un tercio de
los contenedores incautados, a pesar de que el operativo se concibió
inicialmente para interceptar drogas.
Entre los productos falsificados más frecuentes se
encuentran las ruedas de vehículos, discos de freno, los "airbags",
alimentos para bebés, los juguetes para niños e incluso componentes de aviones,
cuyo uso puede poner en serio riesgo la salud y la seguridad de los consumidores,
advierte la ONUDD.
Por otro lado, este organismo de la ONU hace
especial hincapié en el tráfico de medicamentos fraudulentos, una actividad
criminal que mueve unos 5,000 millones de dólares cada año solo en Asia y
África, y que se ha intensificado gracias a Internet.
"En el mejor de los casos, este tipo de
medicamentos puede no contener ningún ingrediente activo. En el peor, los
medicamentos pueden contener sustancias químicas desconocidas o potencialmente
dañinas", advierte la ONUDD.
Además de los riesgos directos contra la seguridad y
salud que puede conllevar el consumo de falsificaciones, la ONU recordó que la
producción de estos bienes se suele realizar mediante redes de trabajo
irregular que muchas veces implican la explotación laboral y el tráfico ilícito
de inmigrantes.
"Los trabajadores inmigrantes irregulares son
obligados a vender mercancías falsificadas para pagar las deudas en que
incurrieron con sus traficantes", asegura la ONU en su comunicado.
Por otra parte, también se denuncia que el medio
ambiente también sale perjudicado por la fabricación de productos falsificados.
"Al no existir normativas al respecto, hay
muchas probabilidades de que tintes tóxicos y sustancias químicas usados en la
producción no tengan una gestión de residuos apropiada", concluye la ONU.
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