Presidente de República Dominicana respaldó proclama Zona de Paz de América Latina y el Caribe en Cumbre CELAC
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LA HABANA, Cuba.- El presidente dominicano Danilo
Medina recibió con beneplácito la proclama de América Latina y el Caribe como Zona
de Paz durante la sesión final de la II Cumbre de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC).
El Gobernante dominicano es el presidente Pre Témpore el Sistema Centroamericano (SICA).
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente
de los Consejos de Estado y de Ministros, dio lectura a la Proclama de América
Latina y el Caribe como zona de paz.
El mandatario cubano reiteró el compromiso de una
zona de paz en la región en nombre de los pueblos. A la vez, indicó que las
naciones de América Latina y el Caribe están conscientes de que la estabilidad
de la región contribuye a la estabilidad mundial, y que la paz es un anhelo de
los pueblos y su conservación es un elemento circunstancial para los pueblos.
Alternativasnoticiosas.com
deja a su lectores íntegra la PROCLAMA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE COMO
ZONA DE PAZ
Las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reunidos en La
Habana, Cuba, los días 28 y 29 de enero de 2014 en la II Cumbre, en nombre de
sus pueblos e interpretando fielmente sus anhelos y aspiraciones,
Ratificando el compromiso de sus países con los
Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el
Derecho Internacional, y conscientes de que la prosperidad y estabilidad de la
región contribuyen a la paz y seguridad internacionales,
Conscientes de que la paz es un bien supremo y
anhelo legítimo de todos los pueblos y que su preservación es un elemento
sustancial de la integración de América Latina y el Caribe y un principio y
valor común de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC),
El anfitrión Raúl Castro lee la proclama de la II Cumbre de la CELAC
Reafirmando que la integración fortalece la visión
de un orden internacional justo, afirmado en el derecho y en una cultura de paz
que excluye el uso de la fuerza y los medios no-legítimos de defensa, entre
ellos las armas de destrucción masiva y, en particular, las armas nucleares,
Destacando la relevancia del Tratado de Tlatelolco
para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe
que estableció la primera zona libre de armas nucleares, en un área densamente
poblada, siendo este una contribución a la paz y la seguridad regional e
internacional,
Reiterando la urgente necesidad del Desarme Nuclear
General y Completo, así como el compromiso con la Agenda Estratégica del
Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el
Caribe (OPANAL), adoptada por los 33 Estados miembros del Organismo, en la
Conferencia General de Buenos Aires en agosto de 2013.
Recordando los principios de paz, democracia,
desarrollo y libertad que inspiran las actuaciones de los países miembros del
SICA,
Recordando la decisión de las Jefas y Jefes de
Estado de UNASUR de fortalecer a Suramérica como Zona de Paz y Cooperación,
Recordando el establecimiento, en 1986, de la Zona
de Paz y Cooperación del Atlántico Sur,
Recordando también nuestro compromiso, acordado en
la Declaración de la Cumbre de la Unidad de la América Latina y el Caribe, el
23 de febrero de 2010, de promover la implementación de mecanismos propios de
solución pacífica de controversias,
Reiterando nuestro compromiso de que en América
Latina y el Caribe se consolide una Zona de Paz, en la cual las diferencias
entre las naciones se resuelvan de forma pacífica, por la vía del diálogo y la
negociación u otras formas de solución, y en plena consonancia con el Derecho
Internacional,
Conscientes también del catastrófico impacto global
humanitario y a largo plazo del uso de las armas nucleares y otras armas de
destrucción masiva, y de las discusiones en curso sobre este tema,
Declaramos:
1. América Latina y el Caribe como Zona de Paz
basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional,
incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son
parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas;
2. Nuestro compromiso permanente con la solución
pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza
del uso de la fuerza de nuestra región;
3. El compromiso de los Estados de la región con el
estricto cumplimiento de su obligación de no intervenir, directa o
indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y observar los
principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre
determinación de los pueblos;
4. El compromiso de los pueblos de América Latina y
el Caribe de fomentar las relaciones de amistad y de cooperación entre sí y con
otras naciones, independientemente de las diferencias existentes entre sus
sistemas políticos, económicos y sociales o sus niveles de desarrollo; de practicar
la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos;
5. El compromiso de los Estados de la América Latina
y el Caribe de respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a
elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición
esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones;
6. La promoción en la región de una cultura de paz
basada, entre otros, en los principios de la Declaración sobre Cultura de Paz
de las Naciones Unidas.
7. El compromiso de los Estados de la región de
guiarse por la presente Declaración en su comportamiento internacional;
8. El compromiso de los Estados de la región de
continuar promoviendo el desarme nuclear como objetivo prioritario y contribuir
con el desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de la
confianza entre las naciones.
Instamos a todos los Estados miembros de la
Comunidad Internacional a respetar plenamente esta Declaración en sus
relaciones con los Estados miembros de la CELAC.
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