Tocaría insistir bastante para saber por seguro si
los Rays llegaron a la temporada muerta con todas las intenciones de cambiar a
su as David Price. Si ese es el caso, con cada día que pasa parece más probable
que llegarán a los entrenamientos primaverales con la realidad de no contar con
un equipo dispuesto a adquirir al ganador del Cy Young de la Liga Americana en
el 2012.
Hasta ahora, Tampa Bay contará con Price para
encabezar su rotación -- por US$14 millones, cantidad que al tener en cuenta un
mercado que vio a Clayton Kershaw firmar un contrato de US$30 por año, es prácticamente
una ganga.
Está claro que no hay que insistir para descubrir la
situación más probable, en la que los Rays estuvieron (y están) indecisos sobre
cambiar a Price y están preparados para aprovechar la oportunidad correcta.
Quedan todavía algunas semanas antes de los Entrenamientos de Primavera, y la
situación de Masahiro Tanaka básicamente ha paralizado al resto del mercado de
lanzadores. Pero en un sentido general, esta no es la época de megacanjes, y
con cada día que pasa muchos se atreven a decir que no ha llegado una oferta,
ni tampoco llegará.
Al menos no antes de julio.
Por varios motivos -- desde la disponibilidad de
Tanaka al enfoque en el talento joven que se puede controlar por varios años,
hasta la interrogante de cuánto costará retener a Price después del 2015 -- el
mercado por Price no ha progresado.
El observar cómo avanza la situación de Price
presenta más motivos para decir que el invierno pasado los Rays completaron una
excelente transacción al enviar a James Shields a los Reales a cambio de Wil
Myers, quien terminó la campaña del 2013 como el Novato del Año en el Joven
Circuito. Esa clase de canjes ya no se ven mucho. Y si observas la historia
reciente de cambios de ganadores del Cy Young -- desde el venezolano Johan
Santana, a Cliff Lee, a CC Sabathia, hasta Roy Halladay -- la recompensa
generalmente ha sido un poco decepcionante.
Price se está acercando al punto en que no cabe en
el presupuesto de Tampa Bay, y con eso surgen decisiones difíciles. Pero al
platicar con directivos de Grandes Ligas esta temporada muerta, se nota lo
cuidadosos que los Rays han sido en las negociaciones. Están conscientes de que
si cambian a Price, deben hacerlo correctamente, y eso significa ser creativos,
agresivos, y sobre todo, difícil de satisfacer.
Tampa Bay puede tener esta posición ya que en su
subconsciente saben que hay resultados peores que quedarse con Price. Esta ha
sido una temporada muerta poco común para los Rays, en la que han retenido a
toda su alineación titular que concluyó el 2013. Su adquisición de Ryan Hanigan
para reforzar la receptoría para muchos sería su maniobra más astuta del
invierno. Siempre encuentran una manera de juntar un bullpen efectivo, han
agregado profundidad en los jardines y en su rotación cuentan con Matt Moore,
Alex Cobb, Jeremy Hellickson y Chris Archer detrás de Price.
No cabe duda de que los Rays competirían sin Price
en el 2014. Pero no sería exagerado insinuar que con el zurdo serían favoritos
en la División Este de la Liga Americana y también los haría unos de los
favoritos para jugar en la Serie Mundial.
Desde el punto de vista económico, aunque los US$14
millones son opacados por el contrato de Kershaw, es una enorme inversión para
los Rays. Tampa Bay se perfila a tener una nómina de casi US$75 millones, lo
que es un récord en la franquicia. El presidente de operaciones de béisbol del
equipo, Andrew Friedman, calificó este presupuesto como algo "fuera de
nuestro alcance" debido a la clara falta de asistencia en el Tropicana
Field. Vale la pena elogiar que el dueño Stuart Sternberg está dispuesto a
gastar lo máximo para tener un equipo contendiente, aunque existe un gran
riesgo en dedicar más del 18 por ciento del presupuesto en solamente un
jugador. Especialmente para un lanzador.
Por eso la situación de los Rays este invierno ha
sido frustrante e interesante. Son pocas las veces en que un conjunto por una
parte lleva la etiqueta de contendiente y por otra la etiqueta de
"vendedor". Tampa Bay ha tenido ambas posiciones durante toda la
temporada muerta, listos para cambiar a su as cuando surjan pretendientes.
Pero no han aparecido los interesados, y los mayores
motivos están fuera del alcance de los Rays. Si no hay una sorpresa a finales
del invierno (o en la primavera), Price se subirá a la lomita por Tampa Bay en
el Día Inaugural.
Es una postura un poco arriesgada. Pero también
intrigante.
Por
ANTHONY CASTROVINCE
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