NUEVA YORK (29 Marzo 2014).- El jefe de seguridad del One World Trade Center de
Nueva York, la también conocida como 'Torre de la Libertad', ha dimitido tras
los últimos problemas registrados en el recinto de la obra, aún por inaugurar,
según confirmó Jordan Barowitz, portavoz de la empresa encargada del edificio.
David Velazquez, un ex agente del FBI, se había
hecho cargo el pasado mes de enero de la seguridad del rascacielos, el más alto
del país y sucesor de las Torres Gemelas. Su dimisión se produce después de que
en las últimas semanas se conociesen dos entradas no detectadas en el perímetro
de las obras de la torre, lo que ha provocado una fuerte polémica en la ciudad
dada su supuesta condición de objetivo terrorista.
La pasada semana, un joven de 16 años de Nueva
Jersey fue detenido y puesto en libertad bajo fianza poco tiempo después tras
burlar hasta cuatro filtros de seguridad y subir hasta la misma aguja del
edificio. Justin Casquejo entró una noche por un agujero en la valla que rodea
el perímetro, subió en ascensor junto a un operador que no le pidió
identificación y luego estuvo dos horas en la azotea, viendo el paisaje y
tomando fotografías mientras un guardia de seguridad dormía.
Además, esta misma semana, cuatro hombres fueron
presentados ante el juez por lanzarse en paracaídas desde la azotea en la
madrugada del pasado 30 de septiembre, cuando uno de ellos todavía trabajaba
allí como empleado de una empresa contratista. Los paracaidistas también
entraron en plena noche por una abertura en una valla y subieron sin problemas
hasta la azotea, desde donde se lanzaron, recogiendo en vídeo el salto.
Las obras y la vigilancia
La 'Torre de la Libertad', de 542 metros de alto, se
levanta junto al espacio que antes ocupaban las torres destruidas en los
atentados del 11 de septiembre de 2011. El edificio está pendiente de los
últimos retoques para su inauguración, para la que no hay fecha, pero que se
espera ocurra antes del verano.
El edificio de altura imponente aunque de estética
discutible - el artista callejero Banksy la calificó de "desastre"
durante el mes que pasó en Nueva York en octubre pasado- está ejerciendo una
atracción muy especial entre algunos antes incluso de su inauguración.
Destinada a mostrar el orgullo de la recuperación
neoyorquina tras la tragedia del 11-S, la torre y su aguja tienen exactamente
1.776 pies de altura, en referencia al año de la declaración de independencia
de Estados Unidos. De ahí viene el patriótico sobrenombre de "Freedom
Tower" (Torre de la Libertad) con el que es conocido el edificio
denominado oficialmente One World Trade Center.
El gigante de cristal y acero, de 104 pisos, se
levanta junto a las cascadas con forma cuadrada donde antes se erigían las dos
torres destruidas, y que ahora son un monumento que recuerda a las casi 3.000
personas muertas en los fatídicos atentados de 2001.
Por ello, el recinto de las obras, que tiene una
superficie de 6,5 hectáreas, está vigilado por agentes de policía de forma
continua, torretas móviles y coches patrulla equipados con lectores
automatizados de matrículas, que han resultado claramente ineficaces ante el
mal estado de algunas vallas y la audacia de algunos aventureros intrépidos. Ni
la policía ni la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey (dueña de los
terrenos y del edificio) han hecho comentarios sobre estos fallos.
Mientras tanto, las obras continúan, supuestamente
con la seguridad reforzada, para dar los últimos retoques al gigante de cara a
su inauguración oficial, para la que no hay fecha, aunque se espera que sea
antes del verano.
También se sigue trabajando en vecino intercambiador
de transportes proyectado por el español Santiago Calatrava, cuya estructura en
forma de osamenta de animal antediluviano se levanta ya entre la torre y la
calle Fulton.
No hay comentarios.: