LA HABANA (14 Junio 2014). - El celular de Yulieski
Gourriel no dejó de sonar mientras se dirigía a la sala de embarque del
aeropuerto capitalino acompañado por sus familiares. Los amigos le llamaron
para desearle mucha suerte.
Viajeros y trabajadores del aeropuerto no dejaron
pasar la oportunidad de sacarse una foto o pedirle un autógrafo a una de las
mayores estrellas del béisbol cubano actual, poco antes que se montara en el
avión rumbo a Japón para integrar el equipo profesional Yokohama Dena Baystars.
"¡Suerte, mucha suerte Yuli!", le gritaron
varios aficionados.
Un sismo causó en el mundo del béisbol cubano el contrato
de cerca de un millón de dólares de Gourriel con Yokohama Dena Baystars, como
también el de un millón y medio de su compatriota Frederich Cepeda, con los
Gigantes de Yomuiri, ambos equipos de la Liga Central japonesa.
Los fichajes son productos de la nueva política
deportiva en Cuba, un país que eliminó el profesionalismo en 1961, algo que no
trastornó a Gourriel quien afirmó a la AP antes de su viaje a Japón que
"para mí lo principal siempre ha sido la camiseta de Cuba y nunca el
dinero, si no pensara así no estaría aquí en mi país".
"Estaba esperando esta oportunidad desde hace
mucho tiempo, quiero saber cuál es el techo de Yulieski como pelotero. Para mí
es un sueño hecho realidad, intervenir en el béisbol profesional de Japón, el
segundo del mundo después de Estados Unos" agregó el pelotero.
El antesalista cubano de 30 años comenzó bien en
Japón; después de tres cotejos bateó para .417 con cinco hits, un cuadrangular
y un doblete. En tanto Cepeda ostentó un discreto .182 con 10 hits, 4 jonrones y
1 doble en 21 juegos.
Gourriel consideró que, junto con Cepeda, tienen
"una responsabilidad grande; el primer objetivo es jugar béisbol y hacerlo
bien para abrirles las puertas a los demás jugadores cubanos".
Se desconoce el monto exacto que recibirán Cepeda y
Gourriel por su contrato en Japón. Sin embargo en un programa de la televisión
cubana dedicado a la remuneración de los deportistas, Vladimir Regueiro,
director de ingresos del ministerio de Finanzas, explicó que se les aplicará la
Ley del sistema tributario, "con adecuaciones atendiendo a la corta vida
del atleta en el alto rendimiento".
De acuerdo a la nueva escala de compensaciones para
los deportistas puesta en vigor este año, Cepeda y Gourriel, ambos campeones
olímpicos en 2004, tienen un ingreso mensual de unos 460 dólares. Antes de la
nueva regulación, los deportistas de alto rendimiento cobraban mensualmente
entre 400 y 600 pesos cubanos (16-24 USD), y además un estímulo de entre 300 y
50 USD para los medallistas olímpicos y mundiales.
Según Regueiro no será un impuesto sobre el salario
básico, sino un tributo de cerca de 20% por los diversos ingresos y
contribución al Seguro Social.
En Cuba más del 90% de los trabajadores son
estatales, no pagan impuestos sobre los salarios ni contribución al Seguro
Social, los servicios médicos son gratuitos para los cubanos.
Con las nuevas medidas económicas del presidente
Raúl Castro y la apertura al trabajo privado se retomó el pago de ciertos
impuestos con tasas bastantes altas para los trabajadores no estatales.
Alexander Malleta, infielder de Industriales,
aseguró que la nueva política es "un estímulo que esperábamos y
necesitábamos, debe seguir y pienso que podría mejorar un poco más".
Circulan versiones de que los clubes japoneses
quieren contratar más cubanos, y la lista de los candidatos incluye astros como
el pitcher novato del año Vladimir Gutiérrez, de 18 años, y los jardineros
Yadiel Hernández y Yasmani Tomas.
Cuba, donde el béisbol es el deporte rey, erradicó
el profesionalismo en el año 1961, dos años después del triunfo de la
Revolución encabezada por el exmandatario Fidel Castro, y por su hermano menor
Raúl Castro, actual presidente de Cuba.
Pero durante más de 50 años se coqueteó con el deporte
rentado, y Omar Linares, por ejemplo, jugó en la Liga profesional de Japón con
los Dragones de Chunichi en el 2000, si bien lo hizo después de retirarse en la
isla.
Otro cubano, Alfredo Despaigne, incursionó en 2013 y
2014 en el Béisbol Mexicano con los Piratas de Campeche, pero fue suspendido
por utilizar un pasaporte falso.
Los peloteros cubanos que desertaron para jugar en
Grandes Ligas firmaron contratos millonarios, como José Abreu, 68 millones con
los Medias Blancas de Chicago, o Yasiel Puig, 42 millones con los Dodgers de
Los Angeles, por mencionar algunos.
La contratación de los cubanos en activo en la isla
por Grandes Ligas está sujeta a las leyes del embargo de Washington contra
Cuba, que desde hace más de 50 años prohíbe casi todas las transacciones
comerciales con el país caribeño. Cuba necesitó un permiso especial del
gobierno estadounidense para participar en las tres ediciones del Clásico
Mundial de Béisbol (2006, 2009 y 2013) y la Serie del Caribe que organizan
Grandes Ligas.
Para Lourdes Gourriel, padre de Yulieski, integrante
del equipo Cuba campeón olímpico en 1992, es hora de cambiar de política en la
isla como en Estados Unidos.
"Esta puerta que se abre para el béisbol cubano
era necesaria porque nosotros estábamos estancados... es hora también que se
acabe el embargo y esas limitaciones a las contrataciones de los cubanos que
viven en Cuba. El mejor béisbol del mundo es el de Grandes Ligas, todo
beisbolista sueña con medirse allí, a Yulieski le gustaría, a mí me hubiera
gustado en mi época".
Gourriel padre explicó que "Yulieski y los
demás cubanos tienen representantes que se van a hacer cargo de las cosas del
dinero", en tanto agregó que los nuevos ingresos son "de una gran
ayuda para el jugador y para toda su familia".
A pesar de la gran diferencia entre los contratos de
Cepeda y Gourriel con los cubanos de Grandes Ligas, Gourriel dijo: "yo
creo que la separación con la familia, que para mí es crucial, no vale ningún
dinero del mundo".
En tanto Malleta consideró que "un millón
dentro de Cuba representa mucho más que fuera, porque aquí uno lo tiene todo,
su familia, sus amistades, su vida".
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