SAN CRISTÓBAL, República Dominicana (30 Junio
2014).- Los daños cerebrales que producen las “drogas”, son irreparables. Y en
esta ciudad se vive una situación penosa, en una persona que hasta hace cuatro
o cinco de años era un ejemplar hombre de trabajo.
Anda por las calles con ropas raídas, mal oliente y
en completo abandono. No es ni un ápice de lo que fue.
El consumo de drogas alteradas, le han alterado su
conducta de vida.
Esa situación lo ha convertido en un enajenado
mental más. Se hace "pupú fuera del cajón", es decir defeca en cualquier esquina de las calles repletas de basura que hay en esta ciudad.
Pero Leonel Miliano Ramírez, no ha perdido la
memoria.
Reconoce de nombre a todos los que ha tratado de por
vida y muy especialmente a los que conoció cuando se desempeñaba como
discjockey en una popular discoteca que funcionó en la avenida Libertad.
Titi se desplaza por las calles en donde hay lugares
de expendio de bebidas en búsqueda de 10, 20 y 25 pesos, para “montarse en el
tren”.
La casi totalidad de los que solicita para pedirle
ayuda económica para “subir en la yola”, le complacen su pedido.
Y como Titi hay miles de personas en San Cristóbal
que religiosamente, cual si fuera desayuno, almuerzo y cena, consumen drogas.
Naturalmente que los que producen dinero no consumen
la “basura” que le venden los distribuidores a Titi.
Muchos de esos consumidores deben de mirarse en el
espejo viviente de Leonel Miliano Ramírez (Titi), venido por el consumo
irracional de las drogas.
Ojalá que alguna autoridad de las que trabajan en la
prevención del uso de estupefacientes acuda en ayuda de Titi. Todavía él está a
tiempo.
Por
RAMÓN GONZÁLEZ/Redacción central
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