Alemania y Brasil clasifican a las semifinales Mundial Fútbol; eliminan Colombia y Francia
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SAO PAULO (04 Julio 2014).- Los defensores centrales de la Selección de Brasil
clasificaron a la ‘verdeamarela’ a semifinales de la Copa del Mundo tras anotar
los goles con los cuales derrotaron a Colombia 2-1.
Primero a los 7 minutos de la primera parte, Thiago
Silva aprovechó un descuido de la zaga colombiana, tras un tiro de esquina, para
abrir el marcador con su rodilla derecha y darle una tranquilidad tempranera a
los dirigidos por Luiz Felipe Scolari, que con ese gol tomaron las riendas del
partido.
Después David Luiz al minuto 69 aumentó a ventaja con un tiro libre
que se coló por la parte superior derecha de David Ospina.
Una gran sorpresa dio José Néstor Pékerman desde el
comienzo del partido al cambiar la dupla de contención que había utilizado a lo
largo del campeonato del mundo (Fredy Guarín entró por Abel Aguilar y Carlos
Sánchez) lo que dejó un módulo 4-1-4-1 que terminó aprovechando el equipo
brasileño en la primera etapa.
Los brasileños además supieron neutralizar a James
Rodríguez, quien cuando recibió siempre tuvo la marca de dos jugadores del
combinado local. Además se sumó que Juan Guillermo Cuadrado no pudo tomar las
riendas del equipo. David Ospina cuando fue exigido después de la anotación
brasileña respondió en dos oportunidades, ambas ante remates de Hulk.
Alineaciones:
Selección Colombia: David Ospina; Camilo Zúñiga,
Cristian Zapata, Mario Alberto Yepes, Pablo Armero; Fredy Guarín, Carlos
Sánchez, Juan Guillermo Cuadrado, James Rodríguez, Victor Ibarbo; Teófilo
Guitérrez.
Selección Brasil: Julio César; Maicon, David Luiz,
Thiago Silva, Marcelo; Fernandinho, Paulinho, Oscar; Fred, Neymar, Hulk.
Alemania gana
Era un día especial para los alemanes. Se cumplían 60 años del aniversario de su primer título, conseguido en 1954 sobre la Hungría de Puskas, Kocsis o Czibor, nombres propios del fútbol. Fue también un 4 de julio, en Berna. Fue también un día muy distinto. Si entonces sirvió a la RFA que se reconstruía después de la II Guerra Mundial para recuperar la autoestima de los perdedores, la victoria conseguida en Maracaná sobre Francia vale unas semifinales del Mundial, pero nada más. La gloria que aguarda en este estadio debe ser más exigente.
Hummels luego de anotar el gol de la victoria
Joachim Löw cambió de planes. El primer síntoma fue la devolución de Lahm al lateral. No es cualquier cosa mover a un mediocentro, sustituir la boya a mitad de travesía. Pasó de un 4-1-4-1 a un 4-2-3-1. La diferencia entre estos dos sistemas es muy sensible, depende de los movimientos, porque hablamos solamente de un punto de partida. La realidad, no obstante, es que Khedira y Schweinsteiger jugaron bastante en paralelo, al contrario que cuando el elegido es Lahm, al que no le importa situarse como único pivote por delante de la defensa para dar más vuelo a los mediapuntas. De esa forma ha modificado al futbolista Pep Guardiola en el Bayern. En la madurez, que es cuando más se resiente la velocidad, es un tránsito razonable.
Joachim Löw cambió de planes. El primer síntoma fue la devolución de Lahm al lateral. No es cualquier cosa mover a un mediocentro, sustituir la boya a mitad de travesía. Pasó de un 4-1-4-1 a un 4-2-3-1. La diferencia entre estos dos sistemas es muy sensible, depende de los movimientos, porque hablamos solamente de un punto de partida. La realidad, no obstante, es que Khedira y Schweinsteiger jugaron bastante en paralelo, al contrario que cuando el elegido es Lahm, al que no le importa situarse como único pivote por delante de la defensa para dar más vuelo a los mediapuntas. De esa forma ha modificado al futbolista Pep Guardiola en el Bayern. En la madurez, que es cuando más se resiente la velocidad, es un tránsito razonable.
A
la espera de Götze y Özil
Las razones por las que el seleccionador alemán,
admirador del fútbol español que tanto ha sufrido, lo hizo tienen que ver, por
una parte, con la seguridad; por otra, con la falta de inspiración, de finura
de algunos de sus mejores jugadores. El ejemplo más claro es Mario Götze. Uno
de los excesos talentos de Europa empezaba en el banquillo. También de Özil,
titular pero sin haber ofrecido todavía el fútbol que mostró en Sudáfrica,
antes de encontrarse con los futuros campeones, y que le valió su fichaje por
el Madrid. Con esos cambios, pues, Alemania tendría más peso donde lo poseía su
oponente, con Pogba y Matuidi en los medios.
En el vértice de Alemania no estaba Müller, situado
en la segunda línea, sino Klose. La dualidad iba destinada a complicar a
Francia la fijación de los marcajes, dada la movilidad del primero. Müller
basculó de banda a banda. Decididamente, este jugador es una tortura. Al equipo
de Löw, sin embargo, le faltó esa combinación entre velocidad e imaginación.
Frescura, en una palabra. El déficit ha sido una constante en el torneo, como
si hubiera ofrecido toda de una vez contra Portugal, en su arrollador debut, y
desde entonces sobreviviera gracias a sus tablas. En Maracaná, lo hizo merced a
su acierto en el balón parado. Kroos lanzó una falta lateral con precisión de
cartógrafo y Hummels ganó la posición a Varane para rematar hacia atrás, hacia
la red. Central contra central, ganó el alemán. Cuando Varane quiso reaccionar,
ya únicamente le habría quedado una alternativa: el penalti.
Jugadores alemanes celebran
Los espacios que Francia, más cómoda a la contra,
necesita para su despliegue, iban a ser para Alemania, hecho que situaba ante
una tesitura muy complicada a los futbolistas de Didier Deschamps. Debían
asumir la iniciativa del encuentro muy pronto, bajo un sofocante calor que
recomendaba dosificarse. Cabaye es un buen mediocentro, de los que se equivoca
muy poco, pero esta Francia no tiene la aristocracia de otras épocas en el
centro del campo. Posee futbolistas poderosos en el arrastre, como Pogba o Matuidi,
pero qué lejos están no ya de los Platini, Tigana o Giresse, que jugaron y
perdieron dos semifinales contra los alemanes, en 1982 y 1986, sino del propio
Deschamps, campeón en 1998. Ha primado tanto lo físico durante años que quizás
ha descuidado otras cosas. La prueba la tiene unos metros más adelante, en
Valbuena o Griezmann, eléctricos y desbordantes.
Neuer
y Hummels frenan a Benzema
Hijo de españoles, Valbuena es jugador muy
interesante. Veloz de cuerpo y mente, y de muy buen pie, en Río sólo tuvo un
problema, y era el de jugar demasiado escorado a la derecha. Más al centro, en
la mediapunta, sus opciones aumentan, en la combinación, en el pase y en la
llegada. Deschamps, sin embargo, lo prefirió para ofrecer profundidad, con
Benzema en la posición de delantero centro. Griezmann inició en la izquierda.
Tampoco ser el último finalizador es algo que beneficie especialmente al
madridista. Ya hemos visto cómo en el Bernabéu acaba por angustiarle esa
responsabilidad. En Maracaná, lanzó fuera cuando Griezmann cedió hacia atrás,
le faltó picardía en otra acción, encontró la anticipación de Hummels y rechazó
su disparo Neuer en el desenlace. Central y portero fueron la garantía de
Alemania.
Francia tiene un rematador puro como Giroud, hecho
que permite al madridista jugar por detrás del delantero, donde puede tocar más
balón, que es lo que le gusta, ganar confianza. Deschamps, sin embargo, eligió
lo segundo, probablemente debido al acierto del delantero de la Real Sociedad
contra Nigeria. Un triángulo Valbuena-Benzema-Giroud, en mi opinión, se
acomodaría mejor a las características de cada uno. Cuando Giroud salió fue
para sustituir a Valbuena, ya que para entonces Francia no estaba en
condiciones de perder a quienes tienen más gol.
Pese a todo, Francia acabó por dominar a una
Alemania que se debatía entre pedir agua y achicar balones, sin crear peligro
real en las salidas. Löw sustituyó a Klose por Schürrle y a Özil por Götze en
busca de interpretar mejor los espacios. A la primera oportunidad real, Schürrle
falló, solo ante Lloris, después de que lo hiciera Müller tras un centro
lanzado por Khedira. Faltaban al rededor de 10 minutos para cumplirse el tiempo
reglamentario y era la primera jugada de peligro real que creaba Alemania. Muy
poco para soñar, aunque quienes más sueñan en Brasil no han ofrecido mucho más.
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