SANTO DOMINGO, República Dominicana (5 Agosto
2014).- Hace 52 años, en una fecha como la de hoy, cinco de agosto, que la actriz, Norma Jeane Mortenson, mejor conocida en el
mundo artístico por su seudónimo Marilyn Monroe, se suicidó.
Tomó la decisión cuando tenía 46 años de edad, en Brentwood Heights, Los Ángeles,
California, Estados Unidos. Está sepultada en el Cementerio Westwood Village
Memorial Park, Los Ángeles.
Fue una de las actrices estadounidenses de cine más
populares del siglo XX considerada como un ícono pop y un símbolo sexual.
Rubia, exuberante y seguida por millones de personas
a lo largo y ancho del planeta. La figura de Marilyn Monroe ha sido mitificada
hasta tal punto que aún se la considera una de las mujeres más deseadas del
mundo. A pesar de que murió tal día como hoy hace ya 52 años, Norma Jeane
Mortenson –nombre real de la actriz– es uno de los ídolos sexuales que todavía
se recuerdan con mayor frecuencia.
Sin embargo, lejos de su radiante sonrisa y sus
curvas de infarto se escondía un alma frágil con un pasado nada apetecible. Los
focos, las cámaras y el favorecedor maquillaje no conseguían traspasar la
cuidada piel de Marilyn Monroe, tras la que se ocultaba una infancia de lo más
dura.
Hija de Gradys Monroe y Edward Mortenson, la rubia
más famosa del cinevivió una niñez traumática. El hecho de crecer sin una
figura paterna le produjo problemas de personalidad que se agravaron cuando su
madre fue internada en un psiquiátrico tras padecer una crisis nerviosa. Esta
situación conllevó el traslado de Marilyn a varios orfanatos y centros de
acogida donde trabajó como ayudante de cocina, e incluso vivió durante
temporadas con una amiga de la familia.
Casada
a los 16 años
La adolescencia de la protagonista de «Con faldas y
a lo loco» tampoco fue un camino de rosas, y con tan sólo 16 años se casó con
un joven policía cinco años mayor que se marchó a Australia cuando comenzó la
Segunda Guerra Mundial, propiciando que Marilyn tuviera que buscarse la vida y
comenzara a trabajar en una fábrica de municiones.
Aún no lo sabía, pero la Radio Plane de Burbank
cambiaría su vida para siempre. Mientras discurría una de sus jornadas de
trabajo en la planta, un fotógrafo del Ejército la inmortalizó con su objetivo
y estampó la imagen en una revista militar. El éxito llegaría poco después –ya
divorciada de James Dougherty, el primero de los tres maridos que tendría hasta
su muerte en 1962–, cuando la 20th Century Fox le ofreció su primer contrato.
Entre las cláusulas, el requisito de adoptar el nombre artístico de Marilyn
Monroe. Trece letras que dejaron atrás un triste pasado para teñirse de rubio
platino y pasar a la historia.
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