SANTO DOMINGO, República Dominicana (09 Octubre
2014).- Este jueves, hace 47 años del fusilamiento de Ernesto (Che) Guevara, a
manos de las fuerzas armadas bolivianas, por órdenes de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), en una humildísima escuelita de
la localidad de La Higuera, en Bolivia.
Un día antes, había sido herido en combate durante
una lucha encarnizada con soldados bolivianos.
Este guerrillero es recordado 47 años después de su
asesinato como el heroico combatiente revolucionario por la construcción de un
mundo digno e igualitario. Hoy se rinde tributo a sus banderas de reivindicación
de la justicia social.
En 1967, a la cabeza de un grupo de guerrilleros
cubanos y bolivianos, lo encontró la muerte en la quebrada del Yuro, perseguido
por una compañía del ejército local dirigida y asesorada por expertos
contrainsurgentes de los "rangers" norteamericanos. Herido en
combate, las altas esferas del poder decidieron su ejecución y el ocultamiento
de sus restos.
Una
heróica semblanza
Ernesto Rafael Guevara de la Serna, conocido como el
Che, fue político, escritor, periodista y médico argentino-cubano, uno de los
ideólogos y comandantes que lideraron la Revolución Cubana. A lo largo de su
vida y trayectoria profesional se destacó como ejemplo de lucha y revolución.
Nació en Argentina el 14 de mayo de 1928, en el
Hospital Centenario de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Era el
mayor de cinco hermanos, hijo del arquitecto Rafael Ernesto Guevara Lynch y de
Celia de la Serna y de la Llosa. En la Universidad Nacional de Buenos Aires
obtiene el título de doctor en Medicina y Cirugía el 11 de abril de 1953.
Che Guevara se destacó por ser defensor de los
derechos humanos con una actitud patriótica e idealista. De espíritu luchador,
dejó importantes huellas en la historia.
Entre 1954 y 1955 conoció a Antonio "Ñico"
López y a Fidel Castro, personajes comprometidos con la consecución de un
proceso revolucionario en Cuba, con la finalidad de destituir al dictador
Fulgencio Batista para avanzar hacia una verdadera justicia social y política
en su país.
Participó desde la Revolución en 1959 y hasta 1965
en la organización del Estado cubano. Desempeñó varios cargos oficiales sobre
todo en el área económica: fue presidente del Banco Nacional y ministro de
Industria. En el área diplomática actuó como responsable de varias misiones
internacionales.
Convencido de la necesidad de extender la lucha
revolucionaria en toda América Latina, entre 1965 y 1967, él mismo combatió en
el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera
clandestina por el Ejército boliviano en colaboración con la CIA.
Esta figura representa la lucha contra las
injusticias sociales, de rebeldía y espíritu incorruptible. Su retrato
fotográfico, obra del artista cubano Alberto Korda, es una de las imágenes más
reproducidas del mundo, tanto en su original como en variantes que reproducen
el contorno de un rostro que destella la mirada del reclamo social.
Fuente
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