SAN JUAN, Puerto Rico (9 Octubre 2014).- La actual temporada de huracanes en el
Atlántico apunta a ser una de las más flojas en décadas con solo cinco
tormentas en lo que va del año.
Es la menor cantidad de tormentas con nombre que se
han formado durante toda una temporada en el Atlántico desde 1983, cuando solo
hubo cuatro. En 1994, octubre registró también solo cinco tormentas, aunque
luego se formaron dos huracanes a principios de noviembre.
Los meteorólogos pronostican la formación de otras
dos para el resto de la temporada que concluye el 30 de noviembre. Pero no hay
indicios de que se estén formando frente a las costas del África occidental
durante lo que suele ser el período más intenso de la temporada, de mediados de
agosto a fines de octubre.
"El Atlántico tropical está muerto", dijo
Max Mayfield, ex director del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
Una temporada típica de huracanes tiene 12 tormentas
a las que se les asigna un nombre, nueve de ellas huracanes y tres de estos
intensos.
La Administración Nacional del Océano y la Atmósfera
(NOAA por sus siglas en inglés), que opera el Centro de Huracanes en Miami,
revisó en agosto su proyección para la temporada de este año y dijo que
anticipaba de 7 a 12 tormentas. Originalmente había proyectado de 8 a 13,
inclusive de tres a seis huracanes.
De las tormentas bautizadas este año, cuatro
devinieron huracanes, uno de ellos intenso. Este, el huracán Edouard, pasó por
aguas abiertas a mediados de septiembre con vientos de 185 kilómetros (115
millas) por hora que solo produjeron olas grandes que deleitaron a los
surfistas en el Caribe y a lo largo de la costa este estadounidense.
"Hemos sido muy afortunados hasta ahora",
afirmó Dennis Feltgen, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes, con sede
en Miami.
"Se anticipó que sería una temporada inferior
al promedio, y eso está ocurriendo hasta ahora", dijo Feltgen, tras notar
que el período de mayor actividad está por terminar. "Afloja mucho en
noviembre".
Un monzón llegado de África Occidental más débil ha
causado un aumento en la cortante del viento y en el aire seco, lo que limitó
la formación de tormentas este año, explicó Gerry Bell, especialista en
huracanes en el Centro de Predicciones Climáticos de la NOAA. "Esta
combinación ha apagado la temporada", comentó.
Los huracanes suelen formarse a partir de remanentes
de tormentas en África que se dirigen al oeste cruzando el Atlántico. Pero Bell
dijo que esta no ha sido una temporada muy tempestuosa. La atmósfera ha estado
estable, evitando que la humedad y el calor del océano se eleven alimentando a
las tormentas. Además, el Atlántico tropical tiene temperaturas un poco más
frías de lo normal, y son las aguas cálidas las que sirven de combustible a los
huracanes.
Pero lo más importante es que los vientos a entre
5,000 y 30,000 pies son fuertes y básicamente evita que el calor suba y forme
el centro del huracán, explicó Bell.
Funcionarios de la aseguradora de riesgos del Caribe
dijo que ningún país miembro ha solicitado ayuda este año.
Aunque la temporada de huracanes del Atlántico ha
sido tranquila, la temporada en el Pacífico Oriental ha trepado este año a 17
tormentas, ocho de ellas huracanes intensos.
La energía total de las tormentas de este año, que
tiene en cuenta la fuerza de estos fenómenos y su duración, es solo el 41% de
lo normal, una cifra en claro contraste con el Pacífico, donde la energía de
las tormentas es un 40% más de lo habitual. El Pacífico este ha registrado 18
tormentas en lo que va de año, ocho de ellas importantes, empatando con su
anterior récord.
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