BOGOTÁ, Colombia (22 Octubre 2014).- El primero de
noviembre comenzarán en Suiza los ensayos clínicos con humanos de dos vacunas
candidatas contra el ébola, que en su último brote en África occidental ha
afectado a 9.200 personas y causado la muerte a por lo menos la mitad de ellas.
Marie Paule Kieny, subdirectora general de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó que el valor de este ensayo,
que se realizará en Lausana (Suiza), “es que incluirá a la mitad del total de
voluntarios en los que se probará la vacuna y permitirá tener un número
suficiente de personas para probar su seguridad e inmunogenicidad (producir
respuesta inmunitaria en el organismo)”. (Vea la infografía sobre casos de
ébola en el mundo).
Y si bien la noticia fue bien recibida, expertos de
todo el mundo no dejan de preguntarse por qué apenas ahora, si la fiebre del
ébola se conoce desde hace cuarenta años y las dos vacunas empezaron a
desarrollarse hace tres lustros, se aceleran los estudios.
Se trata de la NIAID/GSK, desarrollada por la
farmacéutica GlaxoSmithKline y que ya está siendo probada con voluntarios en
Estados Unidos, Reino Unido y Mali. La otra vacuna es la VSV-EBOV, producida en
Canadá, cuyo gobierno donó un importante lote del producto a la OMS, que llegó
este martes a Ginebra.
Las voces más optimistas, entre las que están los
productores de las vacunas, esperan que a mediados de marzo del 2015 se
conozcan los resultados de los ensayos. De ser favorables, el mundo contará con
la primera vacuna contra el ébola.
En su edición del 7 de octubre, la prestigiosa
revista The New England Journal of Medicine planteó en su editorial que la
vacuna contra este mal era una “urgente prioridad internacional”, haciendo eco
al comité de expertos de la OMS que en su reunión de fines de septiembre en
Ginebra preguntaron por las causas de las demoras. (Lea también: camarógrafo de
NBC superó el ébola y saldrá el miércoles).
En dicha reunión, cerca de 70 científicos, algunos
de ellos provenientes de los países afectados por el virus, llamaron la
atención ante la “indolencia original de los países desarrollados” frente al
tema, cuyo potencial de afectación terminó acelerando, finalmente, la búsqueda
de una vacuna.
En ese sentido, François Audet, director del
Observatorio Canadiense de Crisis y Ayuda Humanitaria, ha señalado que como el
virus venía afectando solo al continente africano no se avanzó en este sentido.
“No tenemos vacuna porque los países de la comunidad internacional no habían
sido afectados”, insistió.
Expertos de la Asociación Americana de Epidemiología
coinciden con este análisis y señalan que “si la crisis generada por el virus
hubiera comenzado en un sitio distinto a África, hace rato se habría logrado
fabricar una vacuna o un remedio contra el ébola”. ( EE. UU. aumenta
restricciones a pasajeros que provienen de África).
La misma Margaret Chan, directora de la OMS, afirmó
la semana pasada, durante el discurso de apertura del Comité Regional para el
Pacífico Occidental en Manila (Filipinas), que no se había invertido lo
suficiente para buscarle una cura a esta enfermedad y que la OMS había
denunciado el problema.
“Nunca había visto –afirmó Chan– una enfermedad
infecciosa que contribuyera tan fuertemente al fracaso de los Estados y pusiera
de relieve las desigualdades sociales y económicas. Los ricos tienen la mejor
atención y a los pobres se les deja morir”.
Para la muestra están el rosario de estudios de
vacunas y sueros que han quedado suspendidos durante las últimas décadas, o que
han avanzado a paso de tortuga, por causas como la falta de apoyo.
Pruebas en primates
Un informe publicado en Nature manifiesta que la
vacuna de GSK ya protegía a macacos en el 2000 y en el 2003, incluso antes de
todas las modificaciones que se le han hecho hasta la fecha. La canadiense ya
mostraba resultados parecidos en junio del 2005.
La explicación a por qué, entonces, no están
disponibles aún hay que buscarla en aspectos económicos y epidemiológicos.
Según Francis Collins, director de los Institutos
Nacionales de Salud de Estados Unidos, “si no hubiera sido por los recortes
podríamos estar un año o dos por delante de la situación actual, y eso hubiera
marcado una diferencia frente a la situación actual”.
Por su parte, el venezolano José Esparza, referente
del tema de vacunas de la OMS y de la Fundación Bill y Melinda Gates, afirma
que antes de esta epidemia no se tenía un sentido de urgencia, pero tampoco era
fácil obtener evidencia de efectividad en seres humanos.
Valga decir que para probar la eficacia de una
vacuna es necesario, paradójicamente, que la enfermedad presente una tasa de infección
activa y elevada y aporte casos suficientes para hacer ensayos.
Pese a que el ébola ha causado 34 brotes en África
desde 1976, ninguno alcanzó el nivel actual de expansión y tampoco tuvo un
número de afectados suficientes para poder probar una vacuna.
La epidemia, la rápida expansión del virus, la
aparición de casos fuera de África y la alarma internacional no solo
reactivaron la investigación, sino que permitieron modificar un poco los
protocolos normales en la búsqueda de estos biológicos.
El mismo Esparza señala que “si la fase uno
demuestra que las vacunas son seguras y que inducen los mismos niveles de
anticuerpos protectores que en monos, podría introducirse sin esperar una
prueba formal de eficacia”. Si esto se da, el objetivo estaría cumplido y
permitiría llevar la fase dos directamente al terreno de los infectados y
probarla, inicialmente, en personal médico.
Número
de casos podría ser mayor
AFP. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
indicó este martes que las cifras relativas a los casos ébola en los tres
países más afectados –Sierra Leona, Guinea y Liberia– están por debajo de la
realidad. “Nosotros sabemos que en esos tres países las cifras son
subestimadas”, declaró en Ginebra una portavoz de la organización que dirige la
lucha antiébola. “¿Es en 10 por ciento, 20 por ciento? No lo sé. Lo que sí
sabemos es que no encontramos todos los casos”, añadió. Los tres países citados
representan la abrumadora mayoría de los 9.200 casos de ébola señalados en
siete naciones. Hasta la fecha, unas 4.500 personas han perdido la vida a causa
del mal.
La OMS, que considera al ébola como una emergencia
sanitaria mundial, fue criticada por haber demorado en reaccionar cuando la
epidemia comenzó, en diciembre del 2013. La organización no gubernamental
Médicos Sin Fronteras (MSF), que fue una de las primeras en dar la alerta
respecto al ébola, indicó el martes que estaba “frustrada y encolerizada porque
la respuesta mundial a esta epidemia fue tan lenta e inadecuada”. “Hace meses
que pedimos más ayuda y que vemos que la situación se degrada”, agregó MSF.
CARLOS
F. FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO
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