KANSAS CITY, Missouri (28 Octubre 2014).- La Serie
Mundial de los wildcards se definirá en el máximo de siete juegos.
Después de 16 innings consecutivos en el que sus
bates estuvieron enmudecidos en San Francisco, el retorno a casa fue el mejor
antídoto para los Reales de Kansas City, que aplastaron el martes 10-0 a los
Gigantes.
Al encontrarse contra la pared en la postemporada
por primera vez desde el partido de comodines contra Oakland hace casi un mes,
los Reales zarandearon tanto al abridor Jake Peavy como al relevista Yusmeiro
Petit en una parte baja del segundo episodio en la que emplearon 34 minutos
para anotar siete veces.
Hubo de todo dentro del vendaval de nueve hits del
segundo acto, que tempranamente liquidó el juego y encaminó a la victoria al
novato Yordano Ventura en una apertura que dedicó a su compatriota dominicano
Óscar Taveras, fallecido el domingo en un accidente vial en la República
Dominicana.
"Que Dios lo tenga en un lugar especial",
dijo Ventura sobre Taveras. "Este juego va a nombre él. Me preparé bien
para ir concentrado a dejar lo mejor de mí".
Todo lo que bateaban los Reales acababa en hits,
desde machucones hasta bombitos. El colmo fue un rodado saltarín de Alcides
Escobar entre el montículo y la primera base, en que el venezolano superó en la
carrera a la almohadilla al inicialista de los Gigantes Brandon Belt.
Además, Mike Moustakas, Eric Hosmer y Billy Butler
empalmaron dobles durante el segundo acto.
Jake Peavy, con la oportunidad de conducir a los
Gigantes a su tercer campeonato en cinco años, apenas pudo sacar cuatro outs al
permitir seis hits y cinco carreras.
"No fue mi noche", dijo Peavy. "Hay
que tener algo de suerte en este juego. Y no tuvimos nada de suerte".
El mánager Bruce Bochy apeló a Petit, quien llevaba
12 innings sin permitir carreras en sus tres apariciones previas en la actual
postemporada. Pero el relevista venezolano no pudo contener a los Reales en una
situación con las bases llenas y acabó tolerando sus primeras dos carreras en
este octubre.
Fue una paliza sin paliativos. Cuando Omar Infante
disparó un doble en el tercero, cada uno de los nueve bateadores de Kansas City
ya contaba con por lo menos un hit. Sólo Butler, el bateador designado que volvió
a la alineación tras los tres partidos en el estadio de la Liga Nacional, no
pudo anotar.
El campeonato se definirá el miércoles en el
Kauffman Stadium y Tim Hudson abrirá por los Gigantes contra Jeremy Guthrie,
según adelantaron ambos mánagers.
Si es por antecedentes, los Reales pueden
entusiasmarse con sus opciones. Los equipos de casa han ganado en las últimas
siete ocasiones que el Clásico de Otoño se fue al límite.
"Esto no está decidido, hay que jugar hasta el
último out", dijo el torpedero Escobar. "Lo que nos hace tan fuertes
es que no tenemos ningún complejo. Y vamos a estar en nuestra casa".
Habría que remontarse a la edición de 1979 para
encontrar al último visitante que se consagró en casa ajena. Esos fueron los
Piratas de Pittsburgh, que se impusieron 4-1 sobre los Orioles en el séptimo.
Y los Rojos de Cincinnati, en 1975, fueron último
equipo que fue capaz de reponerse tras perder de visita en el sexto juego para
luego ganar el séptimo, al vencer a Boston.
"Este equipo es tan aguerrido, son muy
fuertes", dijo Bochy. "Ya hemos reaccionado tras estar con todo en
contra y podemos hacerlos otra vez".
En su quinta aparición de la postemporada, Ventura
finalmente se apuntó la victoria. Y el derecho de 23 años supo tirar el pitcheo
necesario que mantuvo la desigual diferencia en el tercero. Luego de
congestionar las bases con un boleto, Ventura obligó que Buster Posey bateara
para doble play al primer ofrecimiento.
Para Ventura, fue una noche en la que tuvo presente
a su amigo Taveras, sepultado horas antes en la localidad dominicana de Sosúa.
Taveras escribió el número 18 que usaba Taveras, además de la leyenda "RIP
O.T."
"Todo por ti mi hermano donde quiera que estes
siempre te recordare mi bro no sabes el dolor que dejaste en mi (sic)", escribió
Ventura en su cuenta de Twitter antes del juego.
Con una amplia ventaja a su favor, Ventura dominó al
emplear 100 pitcheos para cubrir siete innings en blanco. Permitió tres hits,
con cinco boletos y cuatro ponches.
Ventura se convirtió en el quinto lanzador
dominicano en llevarse una victoria en la historia de la Serie Mundial y el
primero desde que Pedro Martínez lo logró para Boston al imponerse en el tercer
juego ante San Luis en 2003. Los otros dominicanos en abrir y ganar un juego
del clásico son Joaquín Andújar, José Rijo y Ramón Ortiz.
El quisqueyano ha sido un talismán para los Reales
en octubre. Kansas City ha ganado en las cuatro aperturas de Ventura en esta
postemporada.
"Yo doy todo lo que tenga por el equipo",
subrayó Ventura.
Los Reales aumentaron la diferencia al rayar en el
tercero, quinto y séptimo. Las primeras carreras fueron con dobles de Lorenzo
Cain y Escobar, respectivamente. Moustakas la desapareció en la baja del
séptimo, el primer jonrón de la serie desde el segundo juego.
Semejante paliza permitió al piloto de los Reales
Ned Yost dar descanso a sus tres principales relevistas. Kelvin Herrera Wade
Davis tendrán dos días de respiro y el cerrador Greg Holland contará con tres.
"Nuestros mejoras armas estarán a plenitud",
dijo Yost.
Se esperaba una Serie Mundial de partidos parejos,
pero en algo inédito, cinco de los primeros seis se han decido con márgenes de
cinco o más carreras.
Y el patrón del segundo clásico entre conjuntos que
se clasificaron a los playoffs como comodines es idéntico a la del primero, en
2002. En esa ocasión, los Gigantes picaron por delante como visitantes en el
primer juego, perdieron los siguientes dos y después ganaron dos en fila para
irse arriba 3-2 contra los Angelinos. Al viajar de vuelta a Anaheim, San
Francisco estuvo al frente 5-0 en el sexto juego, pero acabó perdieron 6-5. Los
Angelinos se proclamaron campeones la noche posterior.
Por los Gigantes, los venezolanos Gregor Blanco de
4-0, Pablo Sandoval de 3-1. El dominicano Juan Pérez de 1-1.
Por los Reales, los venezolanos Escobar de 5-2 con
una anotada y una producida, Salvador Pérez de 4-2 con una anotada, Infante de
4-2 con dos anotadas.
APUNTES:
--La marca de los equipos de casa en los juegos seis
y siete es de 22-3 desde 1982.
--El jonrón de Moustakas en el séptimo ante Hunter
Strickland puso a fin a una racha de 36 innings sin cuadrangulares, la más
larga en una Serie Mundial desde 1945.
--La de Peavy fue la salida más corta de un abridor
en un clásico desde que David Wells sólo sacó tres outs ante los Marlins en el
quinto juego de la edición de 2003.
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