Una ola de atentados en Bagdad deja al menos 47 muertos y más de un centenar de heridos
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EL CAIRO (16 Octubre 2014).- Una ola de atentados ha
sacudido la tarde de este jueves la maltratada Bagdad. La explosión de cinco coches
bomba y un ataque de mortero en distritos chiíes de la capital y en una ciudad
cercana han dejado al menos 47 muertos y más de un centenar de heridos en una
alarmante escalada de atentados que podría llevar la firma del Estado Islámico.
De hecho, la autoría de la detonación más mortífera
ha sido reivindicada por el IS, que desde junio controla amplias zonas de Irak.
En el ataque -registrado en el barrio de Al Dulai, en el noroeste de Bagdad-
dos coches bomba han estallado simultáneamente en una zona comercial segando la
vida de 14 civiles e hiriendo a otras 34 personas, según fuentes policiales
citadas por Ap. En un comunicado publicado en foros yihadistas, el IS ha
precisado que el ataque estaba dirigido contra soldados iraquíes y milicianos
chiíes.
Unos 45 minutos antes, un suicida ha empotrado su
vehículo contra un puesto de control próximo a un restaurante en el distrito de
Talibiya (este) matando a 12 personas, entre ellas siete miembros de las
fuerzas de seguridad, y dejando 28 heridos. En el barrio de Al Hurriya, en el
noroeste de Bagdad, un coche bomba se ha saldado con seis civiles muertos y 16
heridos. En una zona residencial del cercano distrito de Shula, otros seis
civiles han perdido la vida en un ataque de mortero.
Además, el reguero de muerte también ha alcanzado la
ciudad de Mahmudiya, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, donde otro coche
bomba ha acabado con la vida de siete personas y ha herido a otras 12.
Asimismo, la explosión de una bomba en una carretera al sur de Bagdad ha liquidado
a dos soldados.
150
muertes desde el domingo
Desde el pasado domingo alrededor de 150 personas
han muerto en una cadena de atentados que ha alarmado a la población y sugiere
la existencia de una calculada campaña de acoso a Bagdad. Los yihadistas, que
el pasado junio declararon un califato a caballo entre Siria e Irak, controlan
ya el 85% de la contigua provincia de Al Anbar, donde el ejército iraquí
-desmoralizado y frágil- es incapaz de detener el avance.
En una entrevista el domingo a la cadena de
televisión Abc, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el general Martin
Dempsey, reconoció que los yihadistas se están infiltrando entre la población
suní. El militar admitió que en un choque reciente entre el IS y las tropas
iraquíes las fuerzas estadounidenses tuvieron que recurrir a los helicópteros
de combate Apache para evitar que los acólitos del califato lograran dominar un
enclave a 20 kilómetros del aeropuerto de Bagdad.
Evitar
que Bagdad caiga en manos yihadistas
Este jueves, Dempsey ha descartado en declaraciones
a la televisión CNN que la capital pueda ser capturada por el IS. "No veo
que eso pueda suceder. Estoy convencido de que podemos ayudar a los iraquíes
para evitar que Bagdad no caiga (en manos yihadistas)", ha señalado el
militar tras tildar de "estrategia vencedora" el plan diseñado por la
Casa Blanca contra el IS a pesar de que los ataques aéreos iniciados en agosto
no han logrado contener los progresos del califato.
Por su parte, el el portavoz del Pentágono, el
contraalmirante John Kirby, ha insistido este jueves a las periodistas que no
existe "peligro inminente" de que Bagdad pueda ser atacada por el IS.
En este mismo sentido, el nuevo primer ministro iraquí, el chií Haidar al
Abadi, trató este miércoles de calmar los ánimos de sus compatriotas.
"Bagdad es segura y los terroristas no la alcanzarán", prometió el
'premier' durante una ceremonia militar. "Nuestras valientes fuerzas de
seguridad han conseguido asegurar Bagdad y su perímetro", agregó.
Por
FRANCISCO CARRIÓN/El Mundo
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