El Papa Francisco defiende que el proceso de anulación de un matrimonio sea gratuito
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ROMA (5 Noviembre 2014).- Conseguir la nulidad de un
matrimonio eclesiástico lleva tiempo y dinero: aproximadamente unos dos años de
espera y unos 900 euros de gastos, a los que hay que sumar la minuta del
abogado, que no suele bajar de los 2.500 euros. Pero el Papa Francisco quiere
cambiar las cosas: desea hacer más rápidos los procesos de la Sacra Rota (el
Tribunal eclesiástico que se ocupa de las anulaciones matrimoniales) y además
que no lleven aparejados ningún tipo de gastos, que sean completamente
gratuitos.
"Algunos procedimientos son tan largos y tan
pesados que hacen que la gente se vaya", admitía el Papa esta mañana
cuando, antes de encaminarse a la Plaza de San Pedro para celebrar la
tradicional audiencia de los miércoles ante decenas de miles, ha recibido en el
Aula Pablo VI del Vaticano a los 300 participantes de un curso del Tribunal de
la Rota Romana, más conocido como la Sacra Rota.
"La madre Iglesia es tan generosa como para
poder hacer justicia gratuitamente, como gratuitamente hemos sido justificados
por Jesucristo", aseguraba Francisco, dando de ese modo su respaldo a una
de las propuestas que se han escuchado con fuerza durante la reciente asamblea
de obispos (sínodo) que ha discutido durante dos semanas en el Vaticano los
nuevos retos de las familia: que los procesos de anulación matrimonial sean
gratuitos. "En el sínodo algunas propuestas han hablado de gratuidad, se
tiene que estudiar. Pero cuando se unen los intereses espirituales a los
económicos... ¡Eso no de Dios!", ha subrayado.
Porque más allá de los gastos que ahora mismo
conlleva emprender un proceso de nulidad matrimonial ante la Sacra Rota, a
veces también hay por medio negocio puro y duro ligado a veces a la corrupción:
dinero que se suelta para acelerar el proceso eclesiástico o para conseguir un
trato deferente. Francisco lo sabe, y la prueba es que esta mañana ha evocado
un caso que vivió cuando era arzobispo de Buenos Aires. El Papa ha admitido que
para frenar el "escándalos públicos" desatado se vio obligado a echar
del Tribunal a una persona que ofrecía: "10.000 dólares y te hago los
procedimientos, el civil y el eclesiástico". "Por favor, esto
no", ha suplicado el Papa. "En materia de anulaciones hay que estar
muy atento para que los procedimientos no entren en el marco de los negocios".
Por
IRENE HERNÁNDEZ VELASCO/El Mundo
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