NUEVA YORK (11 Noviembre 2014).- Baluarte ofensivo
de una oleada de desertores cubanos que causan sensación, José Abreu se
consagró de manera unánime como el Novato del Año en la Liga Americana y
culminó una campaña en la que se constituyó en uno de los bateadores más
peligrosos en las mayores.
En su primera temporada tras irse de Cuba, el
primera base de los Medias Blancas de Chicago supo asimilar el rigor de jugar
durante seis meses, sosteniendo un impresionante nivel de producción ofensiva.
Hasta este año, Abreu estaba acostumbrado a
temporadas de unos 90 juegos. Con un trajín más intenso en las Grandes Ligas,
encarnado en un calendario de 162 partidos, el desertor de 27 años respondió
liderando las mayores con su porcentaje de .581 en slugging.
Abreu fue el primer novato en liderar las mayores en
slugging desde Mark McGwire (Atléticos) en 1987, según STATS.
También figuró cuarto con sus 36 jonrones, quinto en
impulsadas con 107 y sexto en promedio de bateo con .317.
Maravillado con la disponibilidad y calidad de los
recursos en la pelota profesional, Abreu atribuyó su éxito a su disciplina para
entrenarse y seguir instrucciones.
“Todo fue nuevo para mí en general, todo difícil al
principio”, afirmó. “Encontré a las personas adecuadas. Hay que dar las gracias
a las personas que me ayudaron para enfrentar este béisbol, uno nuevo. El éxito
fue dejarse ayudar cada día”.
Abreu arrasó con los 30 votos a primer lugar para el
ideal de 150 puntos en la elección de la Asociación de Cronistas de Béisbol de
Norteamérica, cuyos resultados se anunciaron el lunes.
El abridor derecho de los Angelinos Matt Shoemaker
quedó segundo con 40 puntos, mientras que el relevista dominicano Dellin
Betances de los Yanquis recibió 27.
Los tres más votados en la Liga Americana tuvieron
como denominador común el tener 26 años de edad o más. En este caso, el ganador
fue un desertor cubano y dos lanzadores que apenas esta campaña lograron
abrirse paso.
El abridor de los Mets Jacob DeGrom se adjudicó el
galardón de la Nacional al obtener 142 puntos con 26 de los 36 votos al primer
puesto, seguido por el jardinero Billy Hamilton (Rojos) con 92 y el segunda
base Kolten Wong (Cardenales) con 14.
Después de batear para .383 con tres jonrones y
nueve remolcadas con la selección de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol de
2013, Abreu se fue de la isla y firmó un contrato con los Medias Blancas por 68
millones de dólares y seis años.
Fue durante el Clásico cuando se convenció de que
estaba en condiciones para brillar en las mayores.
Arrancó la temporada a todo vapor, convirtiéndose en
el bateador que más rápido alcanzó los 25 jonrones, en apenas 67 juegos. Su 10
cuadrangulares y 31 impulsadas en abril constituyeron un récord para un novato.
“El proceso de cambiar del béisbol cubano a las
Grandes Ligas ha sido difícil, pero al final se trata de un sueño hecho
realidad”, indicó Abreu, el cuarto cubano en ganar el premio. “No tengo palabras para describir este momento”.
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