CANCÚN, Quintana Roo (29 Noviembre 2014).- Roberto
Gómez Bolaños "Chespirito", quien murió este viernes alejado de sus
millones de fans en el mundo, pasó sus últimos días en forma tranquila, entre
su habitación y el jardín de su residencia en este destino turístico, donde
vivía desde hace años.
El inquilino más importante del complejo "Isla
Dorada" permanecía sin contacto con el exterior, debido a los ya añejos
problemas de salud que padecía.
De acuerdo con datos proporcionados a mediados de
2014 por personas cercanas a su familia, entre ellos el empresario Tomás
Hurtado, quien es pariente de Florinda Meza, los hijos de
"Chespirito" lo visitaban con frecuencia.
Según esa información, el actor, quien se
inmortalizó con la interpretación de "El Chavo del 8", casi no salía
de su habitación y prácticamente desde inicios de 2014 no abandonaba su casa.
Gómez Bolaños cumplió apenas en febrero pasado 85
años de edad en compañía de un reducido círculo de familiares.
Ante su delicada condición de salud, permanecía bajo
supervisión médica, con gente alrededor suyo las 24 horas del día.
El creador de otros personajes como "El
Chapulín Colorado" tenía días en los que mantenía buen ánimo y otros no
tanto, que incluso lo obligaban a permanecer en cama y a usar un tanque de
oxígeno.
"Chespirito" por prescripción médica vivía
en Cancún desde 2009, junto a su esposa Florinda Meza, y siempre guardaron un
bajo perfil, alejados de eventos sociales o relacionados con la actividad
cultural o artística.
Si acaso, a finales de la pasada década se le veía
con relativa frecuencia en las plazas comerciales de la zona hotelera, pero
como una persona cualquiera, sin mayor aspaviento.
Sin embargo, conforme su salud se fue deteriorando,
poco a poco permaneció más tiempo en casa.
Su última aparición pública en Cancún fue el domingo
1 de julio 2012, cuando salió a votar en una casilla especial instalada en el
Centro de Convenciones de la zona hotelera.
En esa ocasión, su estado de salud lo obligó a
presentarse en silla de ruedas y aún enfermo de diabetes y enfisema pulmonar,
mostró orgulloso su dedo pulgar como signo de haber emitido su voto.
Gómez Bolaños tiene seis hijos, 12 nietos, muchos de
los cuales lo visitaron continuamente en los primeros meses de 2014.
De acuerdo con informes de personas ligadas a su
círculo familiar, no pedía nada especial y se alimentaba con lo que su dieta
establecía.
"Chespirito" vivía en Cancún después de
una operación que le practicaron en la próstata y, posteriormente, tuvo otros
males que fueron minando su salud de manera gradual.
Por esta condición fue mantenido aquí, a nivel del
mar y no regresó a la Ciudad de México, principalmente por la altitud y la mala
calidad del aire que perjudicaban severamente su salud, según informó en su
oportunidad a diversos medios su hija Marcela Gómez Fernández.
"Por salud es mejor que no venga para acá, pues
el simple viaje lo cansa mucho", precisó Gómez Fernández.
"La altura de la capital mexicana, aunada a la
contaminación, es algo que no le beneficia, por eso él está muy bien en Cancún,
viviendo al nivel del mar.
"Es el mejor lugar para alguien que padece de
problemas respiratorios a consecuencia del tabaquismo que tuvo durante algún
tiempo", explicó Marcela a diversos medios.
Por ello, por estos factores de riesgo, el escritor
y actor permanecía bajo control y vigilancia las 24 horas e incluso con
ambulancias terrestre y aérea disponibles para un eventual traslado de
emergencia.
El gran creador, pese a todo y contra todo, no
perdía en sus últimos días su costumbre de escribir y aprovechó el tiempo que
su circunstancia se lo permitió, para escribir guiones o historias.
Algunas de sus historias recientes quizá sea una
gran obra póstuma que sólo acrecentará su leyenda, iniciada hoy tras la
desaparición física de "Chespirito".
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