NUEVA YORK (30 Diciembre 2014).- El alcalde Bill de
Blasio se reunirá este martes a puerta cerrada con los líderes de los
sindicatos de Policía que lo han culpado del clima hostil que se vive en la
ciudad contra la Uniformada y un día después de enfrentar algunos abucheos y
críticas durante la ceremonia de graduación de los nuevos oficiales del NYPD.
La oficina de De Blasio anunció el lunes del plan de
juntarse con los sindicatos -incluyendo la Asociación Benevolente de
Patrulleros y la Asociación Benevolente de Sargentos- a las 2 p.m. de este
martes en la Academia de Policía en Queens, en una reunión que estará cerrada a
la prensa.
Los dirigentes sindicales y otros han acusado a De
Blasio de fomentar un ambiente anti-policíal en la ciudad después que un gran
jurado se negó a presentar cargos contra un oficial en relación con la muerte
de Eric Garner. Tras esa decisión que generó gran malestar sobre todo en la
comunidad afroamericana, De Blasio dijo que él y su esposa, Chirlane, han
tenido conversaciones dolorosas con su hijo adolescente, Dante, acerca de
"cómo tener especial cuidado con cualquier encuentro que tenga con los
agentes de la Policía."
Según los expertos, a De Blasio le costará mucho más
que manifestar su arrepentimiento para solucionar el creciente distanciamiento
entre él y la Uniformada neoyorquina, y que deberá demostrarlo con hechos.
La Asociación de los Sargentos emitió un tweet
exigiendo precisamente eso y en el que se lee que, “De Blasio ha permitido que
esta ciudad se convierta en una ciudad sin ley en muchos sentidos."
Durante una vigilia para honrar a los oficiales
asesinados el sábado 20 de diciembre, Rafael Ramos y Wenjian Liu, y que se
realizó el lunes por la noche frente al cuartel 45 de El Bronx, muchos se
sintieron esperanzados con la reunión prevista para este martes. "Si
llegamos a golpear, gritar, patear, voltear las sillas, lo haremos dentro de la
habitación. Pero al final del día, cuando salgamos, todo el mundo estará en la
misma página ", dijo el concejal Andy King (D-12) en CBS.
Por
MARIELA LOMBART/El Diario
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