El Senado de EEUU da un paso más para aumentar las sanciones contra Venezuela
WASHINGTON (9 Diciembre2014).- El Senado de EEUU dio
un paso más la pasada noche para aumentar las sanciones contra el Gobierno de
Venezuela, tras aprobar un proyecto de ley que permite la suspensión de visas y
la congelación de los activos estadounidenses de algunos de sus funcionarios
tras meses de disenso en el seno de la Cámara.
El texto legislativo, impulsado por el republicano
Marco Rubio y el demócrata Robert Menéndez, fue aprobado a viva voz por los
legisladores apenas 48 horas después de la segunda vuelta de los comicios
legislativos en Luisiana, donde la senadora demócrata Mary Landrieu perdió su
escaño frente al republicano Bill Cassidy.
Landrieu era el último escollo para que se aprobase
el proyecto de ley, sobre el cual había presentado objeciones durante el verano
al temer que las sanciones impactaran en una planta de la petrolera venezolana
Citgo en Luisiana y, en consecuencia, eso le hiciera perder votos y pusiera en
peligro su asiento.
Mientras tanto, la Cámara Baja ya había aprobado
hace tiempo un proyecto de ley similar impulsado por los legisladores
cubanoestadounidenses Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, ambos
republicanos.
Ahora, el proyecto legislativo de la Cámara Alta
tendrá que enviarse de nuevo a la Cámara de Representantes para su
consideración, de manera que si lo aprueban sólo restará la firma del
presidente del país, Barack Obama, para su entrada en vigor.
Sin embargo, de no hacerlo antes de que culmine el
mandato de este Congreso por el receso navideño, las dos cámaras deberían
comenzar de nuevo el proceso legal al conformarse el nuevo Legislativo en
enero, de absoluto control conservador tras la victoria republicana de los
comicios del pasado 4 de noviembre.
Durante meses, la Administración Obama se opuso a
aumentar las sanciones contra el Gobierno venezolano en respuesta a los
episodios de violencia y represión que se desencadenaron en el país desde las
manifestaciones estudiantiles del pasado febrero, con la esperanza de que
oposición y Gobierno acercaran posturas.
La Casa Blanca había reiterado desde que comenzaran
las protestas en Caracas, en las que fallecieron más de 40 personas, que el
conflicto debía resolverse de manera interna y se negó a hacerlo pese a contar
con los instrumentos a la luz del diálogo que llegaron a mantener ambas partes
auspiciado por la UNASUR y el Vaticano.
Sin embargo, en julio pasado, el Gobierno
estadounidense decidió finalmente suspender las visas de algunos de los
funcionarios venezolanos después del fin de dichas negociaciones y tras el
último encontronazo entre Caracas y Washington con la puesta en libertad en
Aruba del general venezolano Hugo Carvajal, reclamado por la justicia del país
norteamericano.
Entonces, muchos congresistas aplaudieron este
primer giro de la Administración Obama para condenar la situación de los
derechos humanos en Venezuela, aunque aquellas sanciones fueron consideradas
insuficientes.
La aprobación de hoy llega después de que el
presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijera en una entrevista televisiva el
pasado sábado que la legación diplomática estadounidense en Caracas está
"actuando de manera peligrosa", por lo que su Gobierno está
"evaluando la situación".
"Tengo mucha información del intervencionismo"
de la Embajada estadounidense al punto de que "comienza a ser
intolerable", repitió el mandatario sin ofrecer más detalles, aunque
sugirió que su acusación apunta a supuestas financiaciones a actividades de sus
opositores.
Por otra parte, hace apenas unas semanas el
candidato a subsecretario de Estado, Tony Blinken, afirmó durante su audiencia
de confirmación que el Gobierno de Obama no se opondría a aprobar sanciones
adicionales en caso de que las aprobara el Congreso.
Parece, por tanto, que en caso de darse, el Gobierno
de Obama ya no sería tan reticente a endurecer su postura y el presidente
podría rubricar la ley, aunque esta tensará aún más si cabe las relaciones
entre ambos países, muy distantes durante años.
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