Cuba y Estados Unidos no fijan fecha para reapertura de embajadas
LA HABANA, Cuba (22 Enero 2014).- La subsecretaria
de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson,
calificó este jueves la primera ronda de conversaciones entre los dos países
como "un diálogo positivo y constructivo".
Al finalizar la segunda jornada de la primera
reunión de alto nivel entre las dos partes en 35 años, Jacobson afirmó que no
podía decir cuándo ocurrirá la apertura de las embajadas y el restablecimiento
total de la relaciones. "El
restablecimiento de relaciones (diplomáticas) y de abrir embajadas es solo una
parte del proceso más amplio de normalizar relaciones", afirmó en una
rueda de prensa.
"Discutimos en términos reales y concretos los
pasos requeridos para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre
nuestros países. Discutimos la apertura de embajadas en nuestros respectivos
países, y cuáles son nuestras expectativas", agregó Jacobson
Por su parte, la directora para EE.UU. del
ministerio de Relaciones Exteriores cubano, Josefina Vidal, señaló que
"será un proceso largo", que requerirá más contactos entre las partes
en fechas que están todavía por determinar.
Jacobson y Vidal encabezaban estas conversaciones a
puertas cerradas sobre el cronograma del acercamiento tras medio siglo, que
sepultará el último resabio de la Guerra Fría en América.
La funcionaria estadounidense, quien vestía de color
rojo, y Vidal, de blanco, se sentaron frente a frente en la mesa de
negociaciones rodeadas de asesores, en un salón del Palacio de Convenciones de
La Habana, cinco semanas después de la histórica reconciliación anunciada por
los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. (Lea también: EE. UU.-Cuba,
comienza el camino de una nueva relación).
"Hemos conversado sobre los principios sobre
los cuales deben ser restablecidas nuestras relaciones diplomáticas (...).
Hemos también intercambiado sobre los pasos que debemos dar para oficializar el
restablecimiento de relaciones, hemos intercambiado propuestas de cuáles son
esos pasos, (y) ambas delegaciones hemos tomado nota sobre las propuestas de
cada una", dijo a la prensa al cabo de casi tres horas de conversaciones
el número dos de la delegación cubana, Gustavo Machín.
La normalización de lazos se basará en las
Convenciones de Viena sobre relaciones diplomáticas, señaló Machín, quien
indicó que las conversaciones se han desarrollado en un "ambiente
distendido", pero aclaró que "en una sola reunión todos los temas no
pueden ser acordados".(Lea también: 'Hemos acordado que estamos en
desacuerdo': Cuba).
Jacobson enfatizó que el tema de los derechos
humanos en Cuba fue abordado por su delegación en la primera reunión sostenida
entre ambos países en La Habana para normalizar sus relaciones.
"Hemos sido muy claros en que vamos a seguir
trayendo a colación ese tema, lo hemos abordado hoy (jueves), fue parte de las
conversaciones (...) y como dijo el presidente (estadounidense, Barack Obama),
queremos asegurarnos de abordar estos temas directamente con el Gobierno
cubano", dijo la funcionaria estadounidense.
Migración,
tema pendiente
La discusión migratoria del miércoles y el adjunto
de Jacobson, Alex Lee, fue calificada como "productiva" y
"constructiva" por ambas partes, aunque quedaron en evidencia sus
diferencias.
Vidal criticó que Washington mantenga la Ley de
Ajuste Cubano de 1966 y la política de pies secos/pies mojados, a las que acusa
de fomentar la emigración ilegal desde la isla. (Lea también: Migración sigue
separando las posturas entre Cuba y EE. UU.).
El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry,
aclaró en la víspera que los dos países tienen mucho que negociar todavía antes
de normalizar sus relaciones, rotas en 1961.
"Cuando sea el momento y sea apropiado, tendré
mucho interés en viajar a Cuba para abrir formalmente una embajada y
avanzar" en nuestros vínculos, dijo Kerry en Washington.
Según Kerry, algunos puntos a negociar son el
levantamiento de las restricciones a los diplomáticos estadounidenses para
viajar por la isla, "permitir envíos sin obstáculos a nuestro equipo en
orden de poder funcionar de forma correcta", así como permitir libre
acceso a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), lo que
Washington también garantizaría a la representación cubana en Estados Unidos.
"No sé si estas cosas van a ser resueltas en
una (sola) reunión", dijo un funcionario estadounidense a la AFP,
coincidiendo con Machín.
Medio centenar de diplomáticos tiene la SINA,
situada en el emblemático Malecón de La Habana, que ha sido escenario de
provocaciones por décadas, orquestadas desde ambos lados de sus rejas.
Fidel Castro, quien autorizó la creación de las
secciones de intereses con el presidente Jimmy Carter en 1977, acusaba a la
SINA de "ser el Estado Mayor de la contrarrevolución" en la isla.
La SINA comenzó en 2006 a publicar mensajes
políticos a los cubanos en un panel electrónico en su azotea (el edificio tiene
seis pisos), a lo que Cuba reaccionó instalando 138 mástiles con banderas
negras para ocultar los mensajes.
Levantamiento del embargo
A la parte cubana le interesa el levantamiento del
embargo económico estadounidense vigente desde 1962 y que la isla sea retirada
de la lista norteamericana de naciones que patrocinan el terrorismo, pero
también quiere cambios en las normas migratorias estadounidenses, pues afirma
que estimulan la emigración ilegal desde Cuba.
A La Habana también le preocupa "la situación
que enfrenta la Sección de Intereses de Cuba en Washington y, en particular, su
oficina consular, que como resultado del bloqueo está próxima a cumplir un año
sin servicios bancarios", destacó la Cancillería cubana.
Hay otros temas pendientes, aunque no había señales
de que serían tratados ahora, como la base estadounidense de Guantánamo
(oriente de Cuba) y las propiedades norteamericanas nacionalizadas en los años
60 por Fidel Castro, ahora de 88 años, quien ha sido el gran ausente en este
histórico acercamiento.
Washington cuadruplicó la semana pasada el monto de
dinero que los cubano-estadounidenses pueden enviar a sus familias en la isla y
flexibilizó los viajes a Cuba, lo que favorece a la alicaída economía cubana.
Por su parte, Cuba liberó este mes a 53 presos
políticos en un gesto a Washington, aunque el 30 de diciembre desató una ola
represiva para impedir una manifestación en La Habana.
Jacobson se reunirá el viernes con disidentes
cubanos, que no han ocultado su desazón por el cambio de política de Estados
Unidos, que por décadas fue su principal aliado y benefactor. (Lea también: El
pueblo, entre la ilusión y la cautela con el diálogo EE. UU.- Cuba).
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