WELLINGTON – Cerca de 200 ballenas calderón han
quedado varadas en la costa de Nueva Zelanda, lo que ha causado la muerte a
entre 50 y 70 de estos animales, informaron este viernes medios locales.
En una lucha contra el tiempo, los rescatistas
intentan mantener húmedos a estos mamíferos para salvarlos. “Es un verdadero
desafío”, dijo Andrew Lamason, del servicio de medioambiente DOC. Se teme que
varias tengan que ser sacrificadas. En total, quedaron varadas en Farewell
Spit, en la punta norte de la isla Sur, casi 200 de estas ballenas.
Algunas miden hasta seis metros de largo, pero
también hay varias recién nacidas. “Es el mayor caso de ballenas varadas en 10
o 15 años”, indicó el responsable de medioambiente Mike Ogle en declaraciones
al canal TV3.
Cooperantes especializados en el rescate de ballenas
de la organización deferensora de los animales Project Jonah pudieron ayudar a
numerosos cetáceos a regresar a aguas más profundas aprovechando la marea
creciente. Pero muchos dieron la vuelta y volvieron a quedarse varados. “Nos
estamos preparando para lo peor”, declaró la portavoz Lousa Hawkes.
En cuanto oscurezca, se dejará de ayudar a las
ballenas, pues es demasiado peligroso estar con ellas en el agua durante la
noche, explicaron. Además, se ha convocado a los voluntarios para que este
sábado acudan con cubos y palas.
Para tener más posibilidades de sobrevivir, las
ballenas necesitan un clima frío y lluvioso.
En la costa de Nueva Zelanda, se han registrado
varios casos similares. La última vez fue en 2014, cuando numerosos animales
perecieron en el puerto de Ohiwa o tuvieron que ser sacrificados. Se cree que
tal vez un animal enfermo se dirigió hacia esas aguas y los demás lo siguieron.
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