MADRID (4 Marzo 2015).- Conseguir un embarazo tras
una operación de cirugía bariátrica para perder peso tiene pros, pero también
contras. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine afirma que
las mujeres que gestan tras este tipo de operación tienen menos riesgo de
padecer diabetes gestacional y de dar a luz niños con exceso de peso pero, a
cambio, aumentan las posibilidades de tener hijos pequeños para su edad
gestacional y se observa una posibilidad de incremento de la mortalidad.
Para el jefe de Sección de Endocrinología y
Nutrición del Hospital Clínico San Carlos, Miguel Ángel Rubio, esto tiene una
clara lectura: ninguna mujer obesa debe someterse a cirugía bariátrica solo por
mejorar su pronóstico de embarazo y solo ha de hacerlo si cumple con las
indicaciones establecidas para entrar en quirófano: un índice de masa corporal
(IMC) de más de 40 (o más de 35 si se acompaña de alguna comorbilidad asociada,
como hipertensión), una estabilidad psicológica contrastada, haber intentado
previamente perder peso sin éxito con dieta y ejercicio y no presentar otra
enfermedad grave al mismo tiempo, como insuficiencia hepática.
Los investigadores dirigidos por Martin Neovious,
del Karolinska Institutet de Suecia pretendieron con su trabajo contestar a una
pregunta aún no respondida: qué impacto tenía la cirugía de la obesidad en las
futuras madres. Para ello, compararon el embarazo de las 670 mujeres en este
grupo que habían sido madres entre 2006 y 2011 con el de las 627.000 que habían
dado a luz sin haberse operado por no tener necesidad de hacerlo.
Los datos fueron concluyentes. Un 6,8% de pacientes
no operadas padeció diabetes gestacional frente al 1,9% de las que sí habían
pasado por quirófano. Un 22,4% de las primeras dieron a luz niños grandes para
su edad gestacional, frente al 8,6% del segundo grupo pero las cosas cambiaban
en el porcentaje de niños de bajo peso para su edad en el vientre: nacieron así
un 15,6% de los hijos de obesas operadas frente a un 7,6% del grupo control. El
riesgo de dar a luz a un niño muerto o que muriera en el parto fue de 1,7% en
el grupo de las operadas frente a un 0,7% en el otro.
Rubio, que acaba de publicar un trabajo similar en
la revista Obesity Surgery, reconoce sus resultados en los del estudio sueco.
Como en este, su serie de 112 obesas embarazadas tras operarse, tuvieron más
niños pequeños para su edad gestacional y menos diabetes de este tipo. Y
también se observó una tendencia, no estadísticamente significativa, a un mayor
porcentaje de muerte fetal.
Por esta razón, el experto resalta la importancia de
operarse "solo si es necesario", aunque destaca la seguridad de la
cirugía bariátrica "sobre todo desde que se hace con laparoscopia".
Además, recuerda que los endocrinos recomiendan
esperar un año a las mujeres operadas para quedarse embarazadas, algo que no siempre
se cumple, muchas veces por descuido de las propias pacientes.
Por AINHOA IRIBERRI
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