MASSACHUSSETTS (16 Abril 2015).- El exjugador de los
Patriots de Nueva Inglaterra, Aaron Hernández, fue condenado a cadena perpetua
tras ser encontrado culpable de asesinato en primer grado por un jurado de Fall
River en Massachussetts en el caso de la muerte de Odin Lloyd.
Hernández, de 25 años, de origen puertorriqueño y
joven promesa del equipo de Nueva Inglaterra, disparó hasta seis veces a la
víctima, que en 2013, cuando ocurrieron los hechos, tenía 27 años.
El veredicto, anunciado en un tribunal de la
localidad de Fall River (Massachusetts), conlleva una sentencia automática de
cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
El jurado, formado por cinco hombres y siete
mujeres, alcanzó ese veredicto tras deliberar durante 35 horas durante una
semana, si bien la estrella de los Patriots aún puede apelar en contra.
En el momento de su detención, Hernández había
logrado un contrato de 40 millones de dólares con los Patriots, uno de los
equipos de fútbol americano más reconocidos del país y ganador de la última
edición de la Superbowl.
El dueño del equipo, Robert Kraft, fue testigo del
juicio, en el que declaró que el jugador le había asegurado personalmente que
era inocente.
La fiscalía presentó también cargos de homicidio
contra dos amigos del jugador, Carlos Ortiz y Ernest Wallace, a los que acusaba
de haber ido a buscar a la víctima a su casa y luego llevarlo a un área
industrial de Dorchester (Massachusetts), donde perdió la vida como
consecuencia de los disparos que recibió.
Aunque la defensa alegó que las pruebas solo eran
circunstanciales y trató de culpar a Ortiz y Wallace de los disparos, el vídeo
de vigilancia en la casa de Hernández poco antes de los disparos con un arma de
fuego, y las muestras de ADN de Hernández encontradas en el arma y en un
cigarro de marihuana encontrado cerca del cuerpo de Lloyd, dieron solidez a la
acusación.
Ante los argumentos, el abogado de Hernández, James
Sultan, admitió en su alegato final que el deportista presenció el asesinato de
Lloyd, pero dijo que su cliente era un mero espectador de los hechos, culpando
a Ortiz y Wallace de la muerte, quienes están a espera de juicio.
Aunque los motivos del asesinato no han quedado aún
claros, la acusación explicó que tal vez Lloyd conocía demasiados datos de la
la supuesta participación de Hernández en un tiroteo que tuvo lugar en 2012 en
Boston y que acabó con la vida de dos personas.
No obstante, la fiscalía no ha podido dar solidez a
su teoría del móvil.
Respecto a ese episodio, Hernández se enfrenta
también a un segundo juicio a finales de este año en Boston, acusado de matar a
disparos a dos hombres, a los que presuntamente siguió hasta un semáforo tras
salir de un bar nocturno.
El juicio por este caso ya se retrasó en noviembre a
petición de la defensa del antiguo “tight end” (ex ala cerrada), quien pidió
una demora por estar trabajando en el caso cuyo veredicto se conoció hoy.
La madre de Hernández, Terri, y su novia, Shayanna
Jenkins, quienes estuvieron hoy presentes en la sala del juicio, rompieron a
llorar cuando conocieron el fallo judicial, según indicaron medios locales.
En tres temporadas con los Patriots, a donde llegó
seleccionado en la cuarta ronda del sorteo universitario del 2010, Hernández
atrapó 175 pases para 1.956 yardas con 18 anotaciones como pieza clave del
ataque aéreo del equipo de Nueva Inglaterra.
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