CORTE SUPREMA CONDENÓ A 14 AÑOS DE PRISIÓN A MARÍA DEL PILAR HURTADO POR 'CHUZADAS'
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BOGOTÁ (30 Abril 2015).- La Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia condenó a 14 años de prisión a la exdirectora del DAS,
María del Pilar Hurtado Afanador por su responsabilidad y conocimiento en los
hechos que rodearon los seguimientos e interceptaciones ilegales a un grupo de
magistrados de las altas cortes, periodistas, abogados y congresistas de
oposición del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Mientras que el exsecretario de presidencia de la
República, Bernardo Moreno Villegas fue sentenciado a 8 años de prisión por
conocer de primera mano la información que fue obtenida de manera ilegal por
parte de agentes del DAS, designados específicamente a recopilar datos para
crear una campaña de desprestigio mediática en contra de este grupo de personas
predeterminadas.
En la lectura del fallo condenatorio, el alto
tribunal negó que este proceso tuviera un tinte político, como lo manifestó la
defensa de los procesados, o que el mismo se diera por la animadversión que
existió entre la Corte Suprema de Justicia y el entonces presidente, y actual
senador, Álvaro Uribe Vélez. Ante esto rechazaron estos argumentos asegurando
que esto nunca ha sido el modo de actuar de la Corte.
Para la Corporación, el proceso y la condena se
ejecutó teniendo en cuenta las conductas delictivas mientras ejercían sus
cargos tanto en el DAS como en la Secretaría de la Presidencia de la República.
“No se sustenta en ideas políticas de los procesados, o su cercanía a algún
movimiento o dirigente político”, explicó el magistrado ponente, Fernando
Castro Caballero.
Tras varias sesiones de discusión, la Sala Penal
determinó que Moreno Villegas pagará su condena en su domicilio, avalando así
la solicitud presentada por su defensa y la Procuraduría General. El
exfuncionario, quien estuvo privado de su libertad durante un año y medio,
recibió este beneficio al ser padre cabeza de familia y al mostrar un
“comportamiento ejemplar” al hacerse presente en todas las diligencias
judiciales.
Bernardo Moreno Villegas fue condenado como autor
del delito de concierto para delinquir, determinador de varios delitos de
violación ilícita de comunicaciones y autor de un delito de abuso de función
pública y autor de varios delitos de abuso de autoridad por actos arbitrarios e
injustos. Sin embargo, continuará en libertad hasta que se emita el monto de la
condena.
Esto debido a que se ha presentado a todas las
audiencias por lo que no se hace necesario cobijarlo con medida de
aseguramiento por el momento. "El procesado ha demostrado su voluntad,
pese a que después de recobrar su libertad se hizo presentes en todas las
sesiones del juicio", precisó el magistrado ponente al asegurar que no
existe ningún riesgo de fuga.
Mientras que María del Pilar Hurtado fue sentenciada
por dos delitos de falsedad ideológica en documento público, peculado por
apropiación, actos arbitrarios e injustos, concierto para delinquir, abuso de
función de público. La exdirectora del organismo de seguridad continuará
privada de su libertad en un calabozo del búnker de la Fiscalía, en el que se
encuentra desde el pasado 21 de enero cuando se entregó a la justicia.
El
origen de la 'chuzadas'
Fue en el año 2007 tras una reunión en la que
Bernardo Moreno y Maria del Pilar Hurtado avalaron la búsqueda de información
privilegiada contra un grupo predeterminado de personas, con el fin de iniciar
una campaña de desprestigio contra los mismos filtrando datos a los medios de
comunicación con el fin de conseguir su objetivo.
Para esto se inició una campaña de infiltración, por
medio de fuentes humanas pagadas con recursos del DAS, a magistrados de la
Corte Suprema de Justicia, senadores de la oposición del gobierno de Álvaro
Uribe Vélez, periodistas y abogados.
Toda esta información recolectada “de manera ilícita
fue a parar al despacho de Bernardo Moreno Villegas”. Para la Corte es evidente
que no se pudieron justificar dichas operaciones entre las cuales se encontraba
verificar un nexo entre los magistrados y el empresario Giorgio Sale y Ascencio
Reyes, para esto se creó la denominada 'Operación Paseo' Para esto se ordenó
obtener información del vuelo chárter en el que viajaron los togados al Huila,
por invitación de Reyes, así como la búsqueda de fotos del evento en el que se
le hizo homenaje al magistrado Yesid Ramírez Bastidas.
Pese a que la Corte consideró que la búsqueda de
esta información no registra ilegalidad alguna sí se presentó una
extralimitación en las funciones de los dos funcionarios, puesto que filtraron
dicha información recolectada con el único fin de desprestigiar a la Corte
Suprema y a sus magistrados.
Pese a que para la Sala Penal, la búsqueda de
información para verificar datos publicados anteriormente sobre los presuntos
nexos de algunos magistrados con personas relacionadas con actividades ilícitas
tenía justificación, puesto que era necesario esclarecer o desmentir dichas
acusaciones, los dos funcionarios “sin agotar el procedimiento entregaron
información a medios de comunicación reseñas cobijadas con reserva”.
“Estas actividades no iban destinadas a la
protección de la institucionalidad, contar con dicha información para filtrarla
a los medios de comunicación con el único fin de afectar la imagen de la Corte
Suprema de Justicia pese a que ya se había descartado la sospecha que dicho
viaje había sido financiado con dinero del narcotráfico”, aseguró el
magistrado.
“Bernardo Moreno fue el emisario de la Presidencia
de la República”, precisó la Corte Suprema al asegurar que a su despacho
llegaban directamente los datos de inteligencia recolectados. El entonces
secretario de la Presidencia de la República entregó dicha información de
manera subjetiva con un propósito que se alejaba de las funciones de su cargo y
que no tenía relación con la protección del Estado.
Yidis
Medina
Los seguimientos en contra de la exrepresentante a
la Cámara, Yidis Medina se originaron después de conocer sus declaraciones en
los medios de comunicación sobre la forma en como fue “convencida” para votar a
favor del proyecto que cursaba en el Congreso de la República en el cual se
quería crear la figura de la reelección presidencial inmediata.
En sus declaraciones, Medina aseguró que altos
funcionarios de la Presidencia de la República, entre los que se encontraban
ministros, le ofrecieron comisiones y contratos a cambio que votara a favor de
dicho proyecto. Su posición era fundamental para cambiar la balanza a favor de
dicho proyecto. Para esto se reunieron en repetidas oportunidades con ella en
la Casa de Nariño y en el Congreso de la República momentos antes de la crucial
votación.
“Vendió su voto a funcionarios de la Presidencia a
cambio de prebendas, por lo que fue condenada”. En el año 2008, se inició la
recolección, acopio y análisis de información referente a su vida privada y la
de sus familiares. La información de inteligencia tenía como “génesis” su
denuncia mediática, hecho por el cual se obtuvo información que la incriminara
con actividades ilegales con el objetivo de afectar su imagen y restarle
credibilidad a sus declaraciones.
Con dineros del DAS se inició una campaña de
desprestigio consistente en la publicación de panfletos que la relacionaban con
la guerrilla del ELN, así como la filtración de unas fotos que la relacionaban
con miembros de dicho grupo subversivo. Por esta información manipulada se le
abrió una investigación por el delito de secuestro en el caso de dos concejales
de Barrancabermeja, por lo que fue condenada en primera instancia y luego
absuelta por el Tribunal Superior.
“Se convirtió en blanco de inteligencia estatal por
sus señalamientos frente al trámite de la reelección presidencial. Revelaciones
que comprometían personas cercanas a la Presidencia de la República. No porque
fueran un peligro para el Estado o sus instituciones democráticas”. Pese a que
la entonces directora del DAS sabía que carecía de una motivación legitima dio
órdenes a sus subalternos para adelantar estas actividades.
Todo “el dossier o documento de inteligencia” tenía
como destinatario la oficina de la secretaria general de la Presidencia de la
República. “Mediante el mecanismo de la ‘valija’ se formalizó el sello para que
dicha información llegara únicamente” al despacho de Bernardo Moreno, y fuera
él el único que conociera el contenido de dichos informes.
En el caso de la exsenadora liberal, Piedad Córdoba
Ruiz se determinó que agentes del DAS ubicaron un micrófono en su vehículo
oficial con el fin de tener un registro de sus conversaciones y movimientos.
Igualmente se interceptaron sus correos electrónicos, el de sus familiares y
asesores con el fin de realizar un informe de inteligencia, que luego fue utilizado
para la campaña de desprestigio en su contra.
Pese a que no contaba con “autorización de un juez”
para adelantar las interceptaciones, María del Pilar Hurtado avaló y ordenó la
búsqueda de información reservada tanto de la congresista como de sus familiares.
Actividades que incluso cruzaron la frontera cuando se reseñó el viaje de
Córdoba a Venezuela, para lo cual incluso se pagó por la búsqueda de un recibo
de pago de un hotel en la ciudad de Caracas.
Mientras que en el caso del senador del Polo Democrático
se pudo establecer que no se recolectaron datos privados o reservados, son
biográfico cobre la conformación de su familia e información pública. “No
implicó vulneración de sus derechos al buen nombre, intimidad, pues no eran de
carácter reservado. Tampoco fueron objeto de interceptación o filtración”.
Sin embargo, nunca se estableció el motivo que llevó
al organismo de seguridad a investigar a Petro Urrego “más que su postura
opositora al presidente de la época”. La recolección de información nunca tuvo
como objetivo verificar los presuntos nexos del congresista con la guerrilla de
las Farc. Igualmente se realizaron actividades seguimiento y obtención de datos
de su entonces esposa y miembros de su familia.
“Ni el DAS ni la presidencia estaban legitimados
para acopiar información sobre Petro Urrego (…) se impartieron instrucciones
por parte de la directora del DAS pues su comportamiento era ajeno a la ley”,
precisó el sentido del fallo frente a la información que se adelantó en contra
del actual del alcalde de Bogotá.
Daniel
Coronell
Las actividades de obtención de información sobre el
columnista de la Revista Semana y entonces director de Noticas Uno tenían como
objetivo identificar a sus fuentes, esto debido a la molestia que generaban en
la Presidencia de la República, debido a que se habían publicado “escándalos”
en los que estaban vinculados magistrados, altos funcionarios, así como la
“compra de reelección presidencial conocida como la ‘yidispolítica’.
María del Pilar Hurtado dio instrucciones precisas a
sus subalternos para conseguir información del periodista argumentando la
“molestia que le generaba al presidente” la publicación de los artículos de
Coronell. En un desayuno en septiembre de 2007 se dio la instrucción al DAS
para recaudar los datos privilegiados.
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