GINEBRA (10 Abril 2015).- A pesar de que la
incidencia del ébola en África occidental está decayendo considerablemente y
todos los indicadores confirman que la tendencia para acabar con la epidemia es
la correcta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que el brote es aún
una emergencia sanitaria de alcance internacional.
La semana que concluyó el 5 de abril se registró la
menor incidencia de casos de ébola desde la tercera semana de mayo de 2014, con
solamente 30 infecciones.
En Guinea se registraron 21 casos, comparado con los
57 de la semana anterior; en Liberia no se contabilizó ninguna nueva infección
y en Sierra Leona se dieron 9 casos, un descenso con respecto a los 25 de la
semana anterior.
"Esto demuestra que hemos logrado un progreso
real", afirmó hoy en rueda de prensa Bruce Aylward, máximo responsable de
la OMS para la epidemia de ébola.
"Hemos conseguido importantes metas. Estamos
realmente logrando lo que nos habíamos propuesto antes de que llegara la
estación de las lluvias (en mayo)", agregó el experto, director general
adjunto de la OMS.
Uno de los ejemplos esgrimidos por Aylward para
demostrar su optimismo es el hecho que la semana pasada se dieran 30 casos,
cuando siete días antes se registraron 82 y la anterior 150.
Un descenso que confirma la tendencia general de
control de la enfermedad.
Pero aún queda mucho por hacer dado que no solo ha
habido altos y bajos en esta tendencia desde principios de año, sino que aún
hay graves problemas por resolver.
Entre ellos que aún más de la mitad de los nuevos
casos surgen de cadenas de infección no controladas.
"Esto es un problema, pero también hay que
tener en cuenta que ahora, en números absolutos, hay muy pocos contagios, con
lo que los casos que se nos escapan son muy pocos", matizó Aylward.
El segundo escollo grave es que aún se detectan casos
de enfermos que fueron cuidados y murieron en el hogar y no fueron trasladados
a un centro sanitario, con el riesgo de contagio para el resto de la comunidad.
Consultado por cómo puede seguir sucediendo 15 meses
después del primer caso y con la enorme movilización implementada en torno a la
epidemia, Aylward respondió que, "a pesar de que todo el mundo es
consciente de la enfermedad, no todos tienen experiencia de primera mano sobre
ella y en algunos lugares es relativamente nueva".
"Hay gente que sigue prefiriendo cuidar a sus
pacientes en casa y que cree que si van a un centro de tratamiento morirán,
cuando en realidad tienen el doble o el triple de posibilidades de
curarse", agregó.
Ayer, el Comité de Emergencia de la OMS se reunió
por quinta vez para evaluar la epidemia y decidió mantener su opinión de que
sigue constituyendo una emergencia sanitaria de preocupación internacional.
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