WASHINGTON (30 Abril 2015).- Un informe publicado
este jueves por el Fondo Monetario Internacional (FMI), revela que América
Latina registrará un crecimiento de solo un 0,9 % en 2015 debido al
debilitamiento de los mercados mundiales de materias primas.
Esa previsión supone una corrección a la baja de más
de 1,25 puntos porcentuales con respecto de la hecha en octubre de 2014.
Así lo aseguró el organismo internacional, que
presentó en Santiago el documento titulado "Perspectivas Económicas para
las Américas", en el que se delinea una clara diferencia entre el
comportamiento de los países del norte y del sur del continente.
Alejandro Werner, director del Departamento del
Hemisferio Occidental del FMI, señaló que el leve repunte en el crecimiento
mundial en 2015 en comparación con el año pasado, estará impulsado por una
recuperación de las economías avanzadas.
"Se proyecta un crecimiento de 3,0 % en Estados
Unidos en el presente año, con un robusto consumo privado respaldado por el
aumento de los ingresos reales", señaló.
En los mercado emergentes, en cambio, se prevé que
el crecimiento se desacelere este año, como reflejo de las fuertes revisiones a
la baja de la expansión de los países exportadores de petróleo y en parte por
el proceso de desaceleración gradual de China.
"Las revisiones a la baja se concentran en
América del Sur, donde el debilitamiento de los mercados mundiales de materias
primas está afectando a la inversión empresarial y a la actividad económica en
general", dijo Werner.
"Los factores específicos de cada país, como la
debilidad de la confianza del sector privado en Brasil o la persistente crisis
económica que se está desarrollando en Venezuela, ensombrecen aún más la
perspectivas", agregó.
Debido a ello, el organismo espera contracciones del
producto interno bruto (PIB) en tres de las economías más grandes de América
del Sur: Argentina (-0,3 %), Brasil (-1,0 %) y Venezuela (-7,0 %).
Por el contrario, se proyecta un repunte del
crecimiento para Chile (2,7 %) y Perú (3,8 %).
Para América Central, México y la región del Caribe
las expectativas son más favorables, ya que se verían favorecidas por su
cercanía con Estados Unidos y la recuperación de su crecimiento; así como la
caída del costo total de las importaciones de petróleo.
En su revisión más detallada por países, el FMI
señala que Brasil está atravesando la peor desaceleración económica desde
principios de 1990.
"Los problemas de competitividad de larga data
se ven agravados por la debilidad de los términos de intercambio y la alta
incertidumbre relacionada en otros aspectos con la investigación de Petrobras y
el impacto de la sequía prolongada sobre la producción de energía
eléctrica", dijo Werner.
Según el FMI la decisión de las autoridades de
ajustar políticas macroeconómicas es fundamental para contener el aumento de la
deuda pública y reconstruir la confianza en el marco de la política
macroeconómica.
En el caso de Venezuela, exportador neto de
petróleo, se prevé que sea el país más afectado con una fuerte contracción de
su PIB.
"Los desequilibrios macroeconómicos y las
distorsiones de la política han tornado la situación aún más difícil que cuando
el petróleo rondaba los cien dólares", señaló Werner.
En Argentina, en tanto, se estima que las presiones
cambiarias se han atenuado ligeramente, pero las perspectivas siguen siendo
difíciles debido a los persistentes desequilibrios macroeconómicos, los
adversos términos de intercambio y la debilidad de Brasil.
Para México se proyecta un crecimiento de 3,0 %,
respaldado por la demanda externa proveniente de Estados Unidos, aunque el
consumo interno aún no ha repuntado.
Pese al panorama poco alentador para buena parte de
los países de la región, el FMI sostiene que la clave para recuperar un
crecimiento sólido a mediano plazo radica en la aplicación de reformas
estructurales para elevar la inversión, la productividad y el producto
potencial.
No hay comentarios.: