EL PARTIDO POPULAR ASISTE A LA EVAPORACIÓN DE SU PODER EN LOS AYUNTAMIENTOS
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MADRID (13 Junio 2015).- Si el poder se construye desde la base, el PP va
camino de perder uno de sus cimientos más sólidos. Los populares se quedan sin
el gobierno de 13 capitales de provincia, entre ellas las diez ciudades más
importantes de España. Menos Málaga, el resto se evapora. A última hora el PP
ha salvado Almería y Jaén, gracias a la abstención de Ciudadanos. Ni Madrid ni
Barcelona pero tampoco Valencia, Sevilla, Alicante, Zaragoza, A Coruña o Palma
de Mallorca. En Murcia, José Ballesta, del Partido Popular, ha elegido alcalde
gracias al voto en blanco de los cinco concejales de Ciudadanos, con los que
esta formación llegó a un acuerdo que incluía la dimisión del ex alcalde,
Miguel Ángel Cámara.
Esta misma mañana, la secretaria general del PSE-EE,
Idoia Mendia, ha anunciado que votará en blanco a la candidatura del aspirante
del PNV, Gorka Urtaran, durante el pleno de constitución del Ayuntamiento de
Vitoria, al considerar que la formación jeltzale ha incumplido el pacto global
suscrito por ambos partidos. De esta forma, en Andoain (Guipúzcoa), PSE-EE no
ha obtenido la Alcaldía y ha quedado en manos de EH Bildu, al no apoyarle uno
de los cuatro ediles del PNV. De esta forma, los socialistas, que iban a
respaldar este sábado a Urtaran, en detrimento de Javier Maroto (PP), no lo
hará y votará en blanco. Jeltzales y socialistas habían acordado este viernes
un acuerdo de gobierno en la capital alavesa.
De los 34 grandes ayuntamientos en los que el PP tenía
hace cuatro años mayoría absoluta -volatilizada el pasado 24-M- mantendrá la
vara de mando en la mitad.
Los populares han visto arrasado su poder local por
tres circunstancias distintas: los pactos entre PSOE y Podemos, la dificultad
de fraguar algunas alianzas con Ciudadanos y el empuje de las fuerzas
nacionalistas como PNV o Compromís en Valencia. Las confluencias de todos estos
escenarios dejan un mapa desolador que culmina con la pérdida de seis de las
comunidades autónomas donde gobernaban. Una importante merma de poder que abre
una crisis de partido inédita en el PP.
La cantidad de cargos públicos que a partir de hoy
pierden su puesto no tiene parangón con ninguna otra situación anterior.
«Incluso cuando el partido ha atravesado momentos muy difíciles, como el
congreso de 2008 -explicaba esta semana un diputado popular- siempre
conservamos intacto nuestro poder territorial». Ahora se ha derrumbado. Y esto,
añadía, sí que abre por primera vez una «crisis en la organización».
En las últimas horas el PP ha comprobado cómo
desaparecían ciudades donde a principios de semana veía opciones de pactos con
Ciudadanos. Había dudas de lo que podía suceder en Almería, pero finalmente la
abstención de Ciudadanos posibilitará al PP mantener la Alcaldía en manos de
Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, el actual alcalde en funciones y ganador de
las pasadas elecciones locales, aunque sin mayoría absoluta. Lo mismo ha
ocurrido en Jaén, donde José Enrique Fernández de Moya ha sido reelegido este
sábado alcalde gracias al voto en blanco de los tres ediles de Ciudadanos.
En Almería, el candidato de C's y coordinador
provincial de la formación, Miguel Cazorla, ha anunciado esta decisión en una
comparecencia ante la prensa este sábado, y supone un cambio respecto a lo anunciado
este viernes, cuando indicó que su formación iba a apoyar la candidatura del
socialista Juan Carlos Pérez Navas a la Alcaldía de Almería.
El viernes Cazorla sorprendía al PP con su anuncio
de apoyo al PSOE. Cazorla está triplemente imputado por delitos económicos. A
última hora de ayer la dirección de Ciudadanos trataba de que cumpliera con la
máxima de respetar a la lista más votada y no entrar en coaliciones donde se
pisotee este principio.
Comunicado contra el PSOE
Estas y otras sorpresas condujeron última hora de la
tarde al PP a emitir un duro comunicado contra el PSOE. «El Partido Popular que
ha sido el partido más votado por los españoles, denuncia el comportamiento
sectario y excluyente de los socialistas en las negociaciones previas a la constitución
de los ayuntamientos». Se han lanzado -aseguran- «a una carrera desenfrenada de
acuerdos con partidos radicales y extremistas sin más objetivo que impedir el
gobierno de los candidatos populares».
Según el PP esta práctica puede ser legal pero es
mezquina y cortoplacista». Donde realmente ponen el acento es en lo que ha
pasado en Victoria. Los populares tachan de «indigno» que el PSOE vaya a sumar
sus concejales a los de Bildu y el PNV para arrebatar la alcaldía al PP.
Mientras la desolación ha cundido en la organización
territorial del PP, la dirección nacional, pese al doloroso panorama, cree que
el desaguisado de los pactos puede favorecerle de cara a las generales. La
primera opción de Mariano Rajoy fue intentar cerrar un pacto a tres bandas con
PSOE y Ciudadanos. Cuando comprobó que no prosperaría porque los socialistas
preferían el pacto con Podemos, el PP entendió que había encontrado un filón en
su discurso político. Desde ese momento comenzó el cuestionamiento de Sánchez y
la denuncia de que se había entregado a los «radicales». Esta postura se
acentuó ayer con lo de Vitoria.
Pero el triunfo de posiciones vinculadas a la
reivindicación de un cambio político y la confirmación de la pérdida de poder
local han llevado al PP también a replantearse sino deberían haber acometido en
esta legislatura más reformas políticas. Entre ellas una, reclamada por
presidentes autonómicos y alcaldes, que podría haber cambiado la situación tras
el 24-M: que gobierne la lista más votada.
Por
MARISOL HERNÁNDEZ/El Mundo
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