NUEVA YORK (1 JUNIO 2015).- Óscar de la Renta, quien falleció el pasado mes de
octubre a los 82 años, legó una porción relativamente pequeña de su fortuna
personal -valorada en 26 millones de dólares- a su único hijo, Moisés de la
Renta, según informa el periódico New York Post.
En el testamento de seis páginas firmado semanas
antes de su muerte, el diseñador dejó la mayor parte de su patrimonio a su
segunda esposa, Annette, especificando además en una cláusula que Moisés
perdería su exigua herencia si en algún momento intentara revocar la última
voluntad de su padre.
Ahora Annette es la propietaria de la mayoría de las
propiedades inmobiliarias del diseñador, incluyendo un piso en Park Avenue,
Nueva York, valorado en 13 millones de dólares, una mansión en Connecticut de
2,8 millones y la propiedad que Óscar de la Renta poseía en República
Dominicana. Además, Annette también controla una cuenta bancaria con 3,3
millones de dólares.
El resto del patrimonio del diseñador ha sido
dividido entre Annette, los tres hijos de esta y Moisés.
La relación de Óscar y Moisés, a quien el diseñador
adoptó en 1983 tras la muerte de su primera esposa, se deterioró
considerablemente después de que este último decidiera crear su propia marca de
ropa en 2009 en contra de los deseos de su padre.
"Moisés hizo una pequeña línea, sí, con cinco o
seis piezas. Pero eso no te convierte en un diseñador", aseguraba Óscar en
una entrevista a la revista New York.
PN atribuyó el crimen del periodista Blas Olivo, a
una banda que se dedicaba a robar vehículos de lujo.
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