PRESIDENTE DOMINICANO NO ASISTIRÁ A CUMBRE DE LA CELAC EN BRUSELAS LOS DÍAS 10 Y 11 JUNIO
SANTO DOMINGO, República Dominicana (7 Junio 2015).-
El presidente dominicano Danilo Medina no asistirá a la Cumbre de la Unión
Europea (UE) y la Comunidad de Estados Americanos y del Caribe (CELAC) a
celebrarse el 10 y 11 de junio en Bruselas para celebrar su segunda cumbre tras
la desarrollada en Chile hace dos años.
Ha delegado en el canciller Andrés Navarro su representación.
La historia de las reuniones entre los países
europeos y los latinoamericanos se remonta a 1987, aunque ya existían contactos
políticos y económicos desde los setenta.
La primera reunión entre la entonces Comunidad
Europea (CE) y el Grupo de Río -integrado por 19 países latinoamericanos- se
celebró en 1987 en Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU.
Desde entonces, España y Portugal fueron los
principales motores del acercamiento transatlántico. Prueba de ello fue la
"Declaración Común de Intenciones" para la intensificación de las
relaciones con Latinoamérica, aneja al Tratado de Adhesión de ambos países a la
CE. El diálogo euro-latinoamericano se institucionalizó con la Declaración de
Roma, en diciembre de 1990.
Hasta entonces, la Comunidad Europea había suscrito
con esos países acuerdos comerciales no preferenciales, llamados "de
primera generación". De ahí se pasó a los de "tercera
generación", con esquemas de cooperación avanzados, incluido el diálogo
político.
En la actualidad, las relaciones se rigen por
acuerdos en el marco de las cumbres UE-Celac (Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños), y por pactos subregionales -como los
establecidos con Mercosur, Comunidad Andina, Centroamérica y Caribe- y
bilaterales, como es el caso de Chile, México, Brasil o Colombia.
La primera cumbre de jefes de Estado y Gobierno
UE-Latinoamérica-Caribe (UE-LAC) tuvo lugar el 28 junio en Río de Janeiro,
donde se creó una Asociación Estratégica Birregional, que derivó en la
Declaración de Río y un Plan de Acción, destinados a forjar una "asociación
estratégica" en varias áreas.
En la segunda cumbre UE-Latinoamérica y Caribe, en
mayo de 2002 en Madrid, los participantes ratificaron su compromiso de lucha
contra el terrorismo y en defensa de las libertades y de la negociación
económica multilateral.
A la tercera, en Guadalajara (México), en 2004,
acudió la UE ampliada a 25 miembros. Entonces, se establecieron como
prioridades una mayor integración económica intrarregional como fórmula para
luchar contra la pobreza.
La cuarta cumbre euro-latinoamericana, en mayo de
2006 en Viena, pretendió reforzar los lazos transatlánticos que, según varias
fuentes, habrían perdido peso en la UE tras la ampliación a 25 miembros.
Perú albergó en mayo de 2008 la quinta cumbre, en la
que se suscribió la Declaración de Lima, sede de la reunión, que incluyó, entre
otros, un programa conjunto contra el cambio climático.
En 2010, Madrid acogió la sexta cumbre, cuyo tema
central fue la crisis económica. Se acordó crear la Fundación UE-ALC para
fortalecer la asociación entre las dos regiones.
Solo un año después, fruto de esa colaboración
regional y el multilateralismo, nació en Caracas la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la que se refundieron el Grupo de Río
y la Cumbre de América Latina y del Caribe (CALC).
En 2013, Santiago de Chile reunió la I Cumbre de la
naciente Celac en el marco de la VII Cumbre de la UE-LAC, éxito que intenta
afianzarse en Bruselas.
En el ámbito de los pactos regionales, la UE y
Mercosur firmaron en 1995 un Acuerdo Marco Interregional de Cooperación, que
entró en vigor cuatro años después. Desde entonces ambos negocian un acuerdo de
asociación, pero las conversaciones avanzan con lentitud.
La UE firmó con la Comunidad Andina y con el Sistema
de Integración Centroamericana (SICA) sendos acuerdos de Diálogo Político y
Cooperación en 2003. Ambas regiones mantienen estrechos lazos con la UE sobre
privilegios arancelarios.
En cuanto al Caribe, la UE suscribió en 2000 el
Convenio de Cotonú con 78 países de África, Caribe y Pacífico (grupo ACP), que
concede elevadas ayudas al desarrollo.
Además, en 2008 la UE y los países caribeños
firmaron el Acuerdo de Asociación Económica que tiene como objetivo reforzar
los vínculos y promover la integración en la región del Carifórum.
La UE, por contra, no cuenta con acuerdos con la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de
los Pueblos (ALBA-TCP), el otro importante bloque regional que nació en 2004
como alternativa al ALCA, el tratado de libre comercio impulsado por EE.UU.
La Unión Europea es el segundo socio comercial de
Latinoamérica por detrás de Estados Unidos y el primero de Mercosur, Chile y la
CAN. Además, es el primer inversor y primer donante de ayuda entre la Comisión
Europea y los Estados miembros.
En materia política, los países UE-América Latina y
Caribe mantienen consultas permanentes en el seno de organizaciones
internacionales como la ONU y han adoptado posiciones convergentes en temas
como el Protocolo de Kioto y la Corte Penal Internacional.
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