ASUNCIÓN (12 Julio 2015).-Una estela incrementada de
simpatía y respeto dejó el Papa Francisco en Paraguay, última de sus tres
paradas en Sudamérica.
Su principal acto este domingo fue una misa campal
en el predio de la Fuerza Aérea, en el Parque Ñu Guasú, un área verde de unas
25 hectáreas ubicada en Luque, localidad del departamento Central, próximo al
aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, reporta PL.
Un imponente retablo presidió el predio, obra del
afamado artista Koki Ruiz, quien utilizó en su labor 200 000 cocos, 40 000
espigas de maíz y mil calabazas. En ese altar están representadas las figuras
de San Francisco de Asís, santo inspirador del Papa, y San Ignacio de Loyola,
fundador de la Compañía de Jesús, congregación a la que pertenece.
A la ceremonia asistió la presidenta de Argentina,
Cristina Fernández, quien acompañó al mandatario anfitrión, Horacio Cartes.
Más de un millón de personas se congregaron desde el
sábado en ese campo, cubierto de lodo por las lluvias, en el que el Pontífice
ofició su última ceremonia religiosa antes de regresar a Roma y pidió a todos
abrir los corazones al prójimo, según Reuters.
Antes de la misa, el Papa visitó el Bañado Norte, un
barrio pobre en la ribera del río Paraguay que se inunda periódicamente en esta
época, donde saludó a ancianos y discapacitados y escuchó los problemas de los
pobladores.
Su visita a Paraguay pone fin a una gira en la que el
primer Papa latinoamericano abogó por los pobres y marginados, fustigó la
corrupción, y condenó el capitalismo salvaje.
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