BÉLGICA (22 Agosto 2015).- Cuando el semáforo de Spa se apague, Lewis Hamilton,
como el resto de sus compañeros, tendrá que apañárselas como pueda. Nada de
ayudas de los ingenieros desde el muro. Será la única (y gran) novedad en una
parrilla que, por sexta vez consecutiva, encabezará el inabordable Mercedes del
británico, sólo ausente a su cita esta temporada en Montmeló. Su compañero Nico
Rosberg apenas inquietó al bicampeón, a quien parecen haberle sentado de
maravilla sus exóticas vacaciones por Barbados. Carlos Sainz partirá desde la
décima posición, Merhi, antepenúltimo y Alonso, por el cambio de motor, último.
Lewis Hamilton exprimió hasta la última gota de sus
vacaciones. Entre puros y danzas de carnaval, el británico borró temporalmente
de su cabeza todo el ajetreo de la Fórmula 1 que él controla en los últimos dos
años. El bicampeón británico bajó su visera y salió disparado en busca de la
décima pole de la temporada, sexta seguida de su cuenta. La tercera ocasión en
la que divisar con vistas privilegiadas la rampa al infinito de Eau Rouge, como
en 2013 y 2008. Registros de otra época que no se veían desde el curso genial
de Mika Hakkinen (1999), camino de su doblete.
Los sábados son de Lewis, como hace no demasiado lo
fueron de Sebastian Vettel. Precisamente el alemán ostenta un récord al que
apunta el inglés esta temporada. Aquellas 15 dianas de 2011, con aquel sideral
Red Bull, se mantienen en el punto de mira del líder del campeonato, que tiene
nueve oportunidades para escribir otro capítulo en la historia de la F1 y
seguir acercándose a los reyes de la parrilla, Michael Schumacher (68) y Ayrton
Senna (65). En su efervescente cuenta ya acumula 48.
Carlos Sainz volvió a colarse en el 'top 10' por
quinta vez en la temporada. Una cima escalada gracias al KO previo del Ferrari
de Kimi Raikkonen, al que un problema en la presión del aceite le hizo levantar
la voz por la radio mientras la bandera roja detenía la sesión. El piloto
español superó con su último ataque a Hulkenberg y Kvyat, volviendo a
confirmarse como el primero de los Toro Rosso en la parrilla, ya que Vertappen
(15º) estará en la cola del grupo por su cambio de motor. Ya en la Q3, Sainz
nada pudo hacer ante bólidos con mayor pegada que el suyo.
Alonso
y la 'peor cita del campeonato'
Fernando Alonso se lanzó sobre Spa en los últimos
minutos de la Q1. Lo suficiente para hacerle unos kilometrillos al nuevo motor
de su McLaren y reconocer el terreno con su monoplaza. Recordando cada rincón
del bosque, en busca de alguna respuesta para otro espinoso domingo, quizás el
más abrupto del calendario, en el que volverá a partir desde el último escalón
de la parrilla. "Intentaremos acabar la carrera y sacar cosas positivas,
aunque sabemos que es la peor cita del calendario para nosotros", admitía
el piloto asturiano.
Los dos McLaren volverán a verle el alerón trasero a
los Manor de Stevens y Merhi, últimos en la clasificación, por ese orden, pero
que partirán por delante de los dos coches británicos y del Toro Rosso de
Verstappen, también con un propulsor de estreno. "No somos los
suficientemente competitivos para estar en la pelea con casi nadie",
añadía Fernando Alonso, refugiado en sus gafas de sol y en la templanza
obligada para afrontar esta extraña temporada de rodaje y aprendizaje para un
bólido que camina con pasos muy lentos en busca de su propia identidad, ya para
la próxima temporada.
Por
CARLOS GUISASOLA/El Mundo
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