ZÚRICH (18 Septiembre 2015).- La FIFA suspendió a su secretario general Jerome Valcke y
ordenó que se abra una investigación sobre una conducta presuntamente
antiética, con lo que alcanzó nuevas alturas el escándalo que afecta al
organismo rector del fútbol mundial.
Valcke, quien ha sido secretario general durante los
últimos ocho años, bajo las órdenes del presidente Joseph Blatter, fue horas
antes el blanco de una serie de acusaciones sobre un acuerdo a fin de vender en
el mercado negro numerosas entradas para los partidos de la Copa del Mundo de
2014.
"La FIFA ha anunciado hoy que su Secretario
General Jerome Valcke ha sido cesado de sus funciones con efecto inmediato y
hasta próximo aviso", indicó el órgano en un escueto comunicado que no dio
más detalles. "Se han puesto en conocimiento de la FIFA ciertas
alegaciones acerca del Secretario General y la FIFA ha solicitado a la Comisión
de Ética de la FIFA que inicie una investigación formal".
Una llamada al teléfono móvil de Valcke no encontró
respuesta el jueves por la noche. Se desconoce si se encontraba ya en Rusia,
donde este viernes comenzaría a marcarse la cuenta regresiva de 1.000 días para
el comienzo del Mundial de 2018, en la Plaza Roja de Moscú.
El dirigente francés de 55 años tiene como tarea
principal la organización del Mundial, el suceso deportivo que más televidentes
atrae en el mundo, y que le generó a la FIFA ingresos por unos 5.000 millones
durante la última edición, en Brasil.
Un presunto acuerdo vinculado con ese Mundial
amenaza con poner fin a la gestión de Valcke meses antes. El ex periodista
televisivo y ejecutivo de "marketing" deportivo tenía previsto dejar
el puesto el 26 de febrero, junto con Blatter, en medio de las investigaciones
que siguen autoridades estadounidenses y suizas sobre la FIFA, por supuesta
corrupción.
El jueves por la mañana, un ex socio de la FIFA para
la venta de boletos lanzó acusaciones, según las cuales, Valcke distribuía
entradas para los partidos más atractivos en Brasil, a un precio que
representaba el triple del original.
Benny Alon, el ejecutivo de "marketing"
esgrimió también una acusación no probada, acerca de que Valcke se disponía a
obtener un lucro personal a partir de ese acuerdo.
The Associated Press pudo consultar un contrato,
distribuido por Alon. Según el documento, se distribuirían 8.750 boletos para
los mejores lugares en cada Copa del Mundo, desde Sudáfrica 2010 hasta Rusia
2018.
El ejecutivo israelí-estadounidense mostró a los
periodistas copias de varios correos electrónicos, en los que Valcke se
referiría a las ventas potenciales de entradas como su "fondo de
pensión".
Un abogado de Valcke en Nueva York dijo en un
comunicado que su cliente "niega categóricamente las acusaciones
inventadas e indignantes".
"El señor Valcke jamás recibió ni accedió a
aceptar dinero alguno u otra cosa de valor de manos del señor Alon",
escribió Barry Berker, del despacho Kramer Levin Naftalis & Frankel.
Por su parte, el Comité de Ética de la FIFA se negó
a confirmar si está en curso una investigación específica sobre Valcke.
"El panel destaca que, por principio, analizará
toda la información que se le ha mencionado sobre su propio acuerdo",
indicó el grupo en un comunicado.
No está claro quién tomó la decisión respecto de
Valcke, considerado la mano derecha de Blatter en las oficinas generales de la
FIFA.
Desde junio, la firma estadounidense de abogados ha
asesorado a la FIFA y ha realizado una investigación interna sobre actos
presuntamente indebidos.
Alto y elegante, Valcke era uno de los rostros
públicos de la FIFA desde hace varios años.
El ex presentador de la televisión francesa solía
mostrarse dispuesto a atender a los periodistas, en un contraste con los
prominentes miembros del comité ejecutivo de la FIFA, más reservados e incluso
hostiles al escrutinio de la prensa.
Valcke ascendió al principal puesto administrativo
del organismo poco después de su despido en 2006, durante un escándalo.
Como director de "marketing", se le
implicó en engaños a Mastercard, patrocinador del Mundial, durante
conversaciones para renovar un contrato.
Eventualmente, la FIFA y Blatter suscribieron un
convenio con Visa, lo que derivó en una demanda legal interpuesta por
Mastercard. En ese caso, la FIFA llegó a un arreglo por 90 millones de dólares.
La conducta y ética de negocios de Valcke fueron
duramente criticadas por un juez que atendió el caso en Nueva York.
La FIFA despidió a Valcke y a otros funcionarios
involucrados en el acuerdo. Varios meses después, lo recontrató como secretario
general, tras la reelección de Blatter.
El máximo organismo del fútbol enfrenta una crisis
desde mayo, cuando se revelaron las investigaciones federales sobre soborno y
corrupción, que implican a prominentes dirigentes de este deporte.
Valcke fue identificado como la persona que había
procesado transferencias por 10 millones de dólares desde cuentas de la FIFA
que, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, constituían sobornos
para que dirigentes de la CONCACAF apoyaran la candidatura de Sudáfrica para
organizar el Mundial de 2010.
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