MADRID (2 Marzo 2016).- Pedro Sánchez no ha
alcanzado este miércoles la mayoría absoluta necesaria en primera vuelta y es
difícil que llegue a la mayoría simple cuando se reanude el pleno el próximo
viernes por la noche. El líder socialista solo ha logrado 130 votos a favor de
su investidura: los del PSOE y Ciudadanos. Un total de 219 diputados han votado
en contra y la diputada de Coalición Canaria se ha abstenido.
Los duros enfrentamientos entre los principales
portavoces parlamentarios en el debate de investidura apuntan a una situación
de empate infinito y de imposibilidad de elegir a un presidente del Gobierno.
Es decir, que, salvo cambios importantes, el resultado que se atisba es el de
nuevas elecciones generales el 26 de junio. El viernes se volverá a votar, pero
salvo cambios imprevistos, el secretario general del PSOE habrá protagonizado
la primera investidura frustrada de la democracia.
El resultado no visible en el panel de votación es
el del acuerdo imposible. El PP descalificó el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos;
Podemos arremetió contra los dos firmantes del pacto; los socialistas
reafirmaron que nunca pactarán con los populares; el partido naranja
descalificó al presidente en funciones y los independentistas reclamaron que se
admita que avance su proceso soberanista para apoyar a cualquier candidato. El
empate infinito porque cada uno habló para sus fieles y, muy probablemente, les
dejó satisfechos, aun a costa de no encontrar punto alguno de encuentro.
A derecha e izquierda no hay opciones de abstención
que permitan la investidura porque Mariano Rajoy y Pablo Iglesias escenificaron
una lejanía enorme de Sánchez. El primero le ridiculizó y el segundo le llegó a
acusar de "miserable". Todo en un tono de bronca, de intercambio de
descalificaciones, de reproches cruzados, de acuerdo imposible y de previa a
una campaña electoral repetida. Cada uno enrocado en su trinchera.
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