NUEVA YORK (15 Abril 2016).- La niñera dominicana
Yoselyn Ortega de 53 años de edad y acusada de asesinar brutalmente a puñaladas
a los niños Leo y Lucía Krim de 2 y 6 años de edad, en el apartamento de las
víctimas, en octubre de 2012, rechazó una oferta del juez a cargo del caso, para
que se declarara culpable a cambio de una condena de 80, 40 por cada homicidio,
a pesar de la oposición de la fiscalía y los padres de las víctimas.
Ortega, según los fiscales, protagonizó en ese
momento uno de los dobles asesinatos más horrorosos en la historia de la
ciudad, y el caso llamó la atención mediática nacional y mundial.
El magistrado Gregory Carro de la Corte Suprema
Estatal en Manhattan, hizo la oferta, a aunque los padres de las criaturas,
están dispuestos a testificar en un eventual juicio, en el que de salir
culpable, la señora Ortega sería condenada a dos cadenas perpetuas
consecutivas.
La madre de los niños, acababa de llegar de la
escuela de música y artes donde cursaba la hermana mayor de las víctimas y
encontró a Ortega en el baño, cuchillos en manos y a sus hijos en un charco de
sangre.
A través de su abogada, la niñera dominicana rechazó
la oferta, que aceptarla, tendría derecho a pedir libertad condicional después
de cumplir 80 años en prisión.
"La acusada no desea aceptar esa oferta en este
momento", dijo la abogada defensora Valerie Van Leer Greenberg.
Ortega, no mostró ninguna expresión en su rostro y
como en presentaciones anteriores en el tribunal, desde 2012, se mantuvo en
silencio y escuchando el procedimiento a través de un intérprete en español.
"Los neoyorquinos creen que la única sentencia
apropiada para ella es cadenas perpetuas sin libertad condicional", dijo
el fiscal adjunto Stuart Silberg.
"La familia está detrás de esto, y quiere
testificar, no quiere que un trato sea la disposición en este caso y en sus
palabras, quieren que la señora Ortega, no salga más nunca de la cárcel”,
agregó el representante del Ministerio Público.
Ortega, según el expediente, utilizó dos cuchillos
de cocina para asesinar a los niños indefensos.
El cadáver de la hembra, presentaba heridas
defensivas, por lo que aparentemente luchó contra su niñera para tratar de
salvar su vida.
Ella fue apuñalada varias veces en el estómago y el
cuello, y Leo fue apuñalado dos veces en el cuello.
"Ambos sufrieron. Estaban en un charco de
sangre ", dijo una fuente de la investigación en el momento.
Después de los asesinatos, Ortega intentó suicidarse
apuñalándose en el cuello y estuvo varias semanas en coma en el hospital
Presbiteriano del Alto Manhattan, donde fue acusada por la policía y los
fiscales.
Ortega dijo a los investigadores que Lucía trató de
defenderse antes de que ella apuñalara a su hermano, usando dos cuchillos,
según los documentos de la Corte Estatal en Manhattan.
La niñera dijo que había matado a los niños porque
estaba enojada porque los padres le habían cortado las horas de trabajo y le
exigieron que además de cuidar a los tres niños, tenía que limpiar el
apartamento.
La estrategia de su defensa no ha sido revelada,
pero la abogada de Ortega ha alegado que la niñera, padece crónicamente de
problemas psicóticos.
La acusada, posteriormente negó en varias ocasiones
que hubiera asesinado a los menores.
Por
MIGUEL CRUZ TEJADA
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