LAUSANA, Suiza (2 Junio 2016).- Los directivos del
Comité Olímpico Internacional (COI) revisarán las últimas fases de los
preparativos para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en medio de
preocupaciones sobre el brote del virus de zika, demoras en la finalización de
sedes clave y los retos que supone la crisis política y económica de Brasil.
A menos de dos meses para que se encienda el
pebetero olímpico el próximo 5 de agosto, estaba previsto que los organizadores
del evento entreguen hoy un reporte a la junta directiva del COI, el segundo
día de actividades.
El presidente del comité organización, Carlos
Nuzman, presentará el informe a la junta en Lausana, mientras que el alcalde de
Río, Eduardo Paes, intervendrá a través de una videoconferencia desde Brasil.
El COI escuchará además el estado de los
preparativos de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en Pyeongchang,
Corea del Sur.
Thomas Bach, presidente del COI, planifica una
visita a Brasil del 14 al 16 de junio para revisar personalmente los
preparativos en Río. También se reunirá en Brasilia con el presidente interino
Michel Temer, que asumió el cargo el mes pasado luego que Dilma Rousseff fuera
suspendida mientras se efectúa un juicio político en el Senado.
El COI de antemano ha enviado a expertos a Brasil
para que trabajen en conjunto con los organizadores. Christophe Dubi, el
director ejecutivo del COI para los Juegos Olímpicos, se encuentra en Río de
Janeiro. Su predecesor, Gilbert Felli, ha sido el hombre clave del COI en esa
ciudad brasileña por los últimos dos años.
La semana pasada, un grupo de 150 científicos
sugirió que las Olimpiadas deberían ser pospuestas o cambiar de sede por el
brote del virus del zika, que ha sido relacionado con serios defectos
congénitos. Pero la Organización Mundial de la Salud indicó que "no había
justificación de salud pública" para cancelar los Juegos, y el COI ha
dicho reiteradamente que las Olimpiadas seguirán adelante.
Brasil también enfrenta su peor recesión económica
desde la década de 1930, lo que ha causado un recorte en los presupuestos para
la cita deportiva mundial.
Si bien la mayoría de las sedes olímpicas se
encuentran terminadas, el velódromo de 43 millones de dólares ha enfrentado
serios retrasos de construcción. El presidente de la Unión Ciclista
Internacional, Brian Cookson, dijo la semana pasada que continúa "muy
preocupado" sobre la sede, y la ciudad anunció el lunes que ha cambiado de
compañía constructora en el proyecto.
Por su parte, los organizadores de los Juegos
Olímpicos de Tokio señalaron que no hubo discusión sobre las acusaciones de
compra de votos durante su reunión con los funcionarios del COI en las
planeaciones de las Olimpiadas de 2020.
Líderes del comité organizador de Tokio presentaron
el jueves su reporte más reciente sobre avances ante la junta directiva del
COI.
Las declaraciones se dan mientras la fiscalía
deFrancia investiga pagos de aproximadamente dos millones de dólares realizados
por el equipo de postulación olímpica de Tokio a una compañía de Singapur
vinculada con Papa Massata Diack, hijo del expresidente de la Asociación
Internacional de Federaciones de Atletismo, Lamine Diack.
Papa Massata Diack está sujeto a una notificación de
búsqueda emitida por la Interpol. Lamine Diack, exmiembro del COI, ha sido
acusado por los fiscales franceses de apoderarse de más de un millón de dólares
en sobornos para encubrir casos de dopaje de atletas rusos.
Los líderes de la postulación olímpica de Tokio han
reconocido los pagos, pero afirman que fueron sobre trabajo de asesoría
legítimo. El Comité Olímpico Japonés ha iniciado su propia investigación.
El jefe del comité organizador de las Olimpiadas de
Tokio, Yoshiro Mori, dijo a los reporteros que el tema no fue abordado durante
la reunión con la directiva del COI.
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