EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL MEJORA LIGERAMENTE PRONÓSTICO AMÉRICA LATINA
NUEVA YORK (19 Julio 2016).- La salida de Reino Unido de la Unión Europa es un
elemento de riesgo claro para la economía mundial, tal y como han constatado
todos los organismos globales. Es por eso que el Fondo Monetario Internacional
(FMI) procede a recortar una décima la proyección de crecimiento mundial, al
3,1% en 2016 y al 3,4% en 2017.
Pero, mientras que los efectos negativos del Brexit
son mayores en los países del Viejo Continente, y especialmente en Reino Unido,
el panorama cambia poco para el resto. Hay incluso signos prometedores: en
América Latina, por primera vez en varios años, el organismo que dirige
Christine Lagarde revisa una décima al alza su proyección previa. La
contracción para el ejercicio en curso queda ahora en el 0,4%. De ahí
repuntaría hasta lograr un crecimiento del 1,6% el año próximo. Este ajuste se
explica por la recuperación del mercado de las materias primas y la energía.
La revisión en el caso de Brasil es aún más
destacada, con una mejora de medio punto porcentual. La actualización modera
así la recesión al 3,3% en 2016 para pasar a un crecimiento del 0,5% en 2017.
“La confianza del consumidor y de los negocios parece haber tocado fondo y la
contracción del PIB en el primer trimestre fue más suave de lo anticipado”,
señala la actualización.
México queda más o menos igual a lo dicho hace tres
meses por el FMI, al registrar una expansión que rondará el 2,5% este año y el
próximo pese a que se recorta al 1,8% el crecimiento de Estados Unidos. En el
caso de la mayor potencia del plantea, el recorte de dos décimas este año se
explica por la fortaleza del dólar y a la caída de las inversiones en el sector
de la energía.
El crecimiento para el conjunto de los países
emergentes y de las economías en desarrollo se mantiene en el 4,1% para 2016 y
el 4,6% en 2017. Los técnicos del FMI señalan que la mejora de las perspectivas
en Brasil, China y Rusia pude contribuir a una revisión al alza del crecimiento
global en 2017 si las implicaciones macroeconómicas del Brexit resultan ser al
final menos severas de lo que se teme.
“El escenario base refleja un reducción gradual de
la tensión”, indica el FMI en la actualización de sus previsiones. Pero todo es
tentativo. La incertidumbre que generan estos eventos, como señala su
economista jefe Maury Obstfeld, es un lastre para la confianza y la inversión
en una coyuntura frágil. “Si el crecimiento en Europa se ve afectado
significativamente, los efectos adversos serán palpables”, advierte.
En el escenario más severo, la economía global
reduciría su tasa de crecimiento al 2,8% este año y el próximo por las
implicaciones en el comercio y en el sistema financiero. En el caso de los
países emergentes quedaría por debajo del 4% en 2016 y repuntaría al 4,3% en
2017. El efecto será más pronunciado en las economías avanzadas, que crecerán
solo un 1,4% este año y rozarán el 1% el que viene.
Obstfeld insiste por eso en que es importante que
tanto Londres como Bruselas aclaren cómo será el proceso de abandono, para de
esta manera reducir la incertidumbre (política, económica e institucional) y
evitar una repercusión negativa mayor para la economía global derivada del
Brexit. “Si el evento persiste, será muy complicado cuantificar sus repercusiones
potenciales”, reitera el asesor de Lagarde.
El FMI, en cualquier caso, confía en que no se
llegará a la alternativa más severa de sus proyecciones. Los mercados
financieros, señala, se mostraron resistentes al primer golpe y la corrección
fue ordenada pese a la sorpresa. También destaca el hecho de que los bancos
centrales estén listos para inyectar liquidez si fuera necesario. Pero como
concluye Obstfeld, la vulnerabilidad persiste.
Por SANDRO POZZI/El País
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