“PICULÍN ” ORTIZ PIDE A JUEZA FEDERAL QUE RECONSIDERE REVOCACIÓN DE LIBERTAD SUPERVISADA
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SAN JUAN, Puerto Rico (22 Julio 2016).- La defensa
del exbaloncelista José “Piculín” Ortiz Rijos, solicitó nuevamente a la jueza
federal Carmen Consuelo Cerezo que reconsidere su determinación de haberle revocado
la libertad supervisada, tras no completar las 600 horas de servicio
comunitario.
“Ortiz Rijos cree que el tiempo de prisión impuesto
(45 días) no se justifica por las circunstancias de este caso. Él le pide a la
corte que reconsidere su decisión y lo re sentencie a tiempo cumplido. Esto le
permitiría comenzar su tiempo de libertad supervisada y comenzar a efectuar las
horas de servicio comunitario que tiene que completar”, señala la moción
radicada por el abogado Héctor Ramos de la Oficina del Defensor Público
federal.
Asimismo, expuso que el tiempo que tiene que cumplir
en prisión es desproporcionado al tipo de violación que cometió.
“No existe precedente en la corte de distrito de
Puerto Rico, ni en ningún otro sitio en la nación en el que se impone un
término en prisión cuando la única violación a la libertad supervisada fue por
fallar en completar las horas de servicio comunitario”, indica el documento.
Planteó que ninguna de las partes involucradas en
este caso (fiscalía y Oficina de Probatoria) creía necesario la imposición de
tiempo adicional en la cárcel.
El letrado afirmó que personal de la Oficina de
Probatoria le ha expresado su preocupación de que esta revocación de libertad
pueda tener un efecto contraproducente en la rehabilitación de Ortiz Rijos.
Mantuvo que prácticamente se había completado el
proceso de rehabilitación del exbaloncelista, quien tuvo un problema de adición
a drogas durante una década.
Afirmó que tras la recaída que sufrió Ortiz Rijos en
un momento dado, la Oficina de Probatoria le urgió a enfocarse en su
rehabilitación y así lo hizo.
“Porque no puede convertirse en un ejemplo a seguir
sin primero ganar control de su vida”, apuntó.
Argumentó que otra razón por la que la corte debe
reconsiderar su determinación es por el impacto que tendrá en el empleo del
convicto. Manifestó que aunque está confiado en que la Federación Internacional
de Baloncesto (FIBA) no le dará la espalda a Ortiz Rijos, la Academia Universal
de Baloncesto informó que no lo contratarán para el semestre que está próximo a
comenzar debido a la revocación de su libertad.
No obstante, indicó que la Academia está dispuesta a
considerar emplear a su cliente en un futuro.
Comentó que durante la vista del pasado 6 de julio
el oficial de probatoria declaró sobre el exitoso ajuste de Ortiz Rijos durante
su libertad supervisada y que en gran parte se debió a la estabilidad que le
daba su empleo. “Ortiz Rijos desea no perder esta oportunidad”, dijo.
Recordó que su cliente identificó 19 escuelas para
ofrecer charlas a jóvenes sobre su experiencia por el abuso de sustancias controladas
y desea comenzar a efectuarlas lo antes posible.
Mantuvo que “Piculín” reconoció que no es una
persona organizada por lo que perdió el tracto de las horas que le faltaban por
completar. Indicó que cuando surgió la situación, intentó hacer un ejercicio
mental sobre el cumplimiento de sus horas, pero falló en obtener la evidencia.
Aseguró que Ortiz Rijos no intentó engañar a la
corte.
Comentó que aunque pueda apelar, el trámite es tan
largo que concluiría después de que cumpla el tiempo en prisión.
El pasado martes Cerezo le revocó la libertad
supervisada a “Piculín” y ordenó que cumpla 45 días en la cárcel, completar las
600 horas de servicio comunitario y cumplir un periodo adicional de libertad
supervisada hasta el 7 de mayo del 2017.
El 29 de marzo del 2012 Ortiz Rijos fue sentenciado
por Cerezo a seis meses de cárcel, a cumplir nueve meses de rehabilitación, a
cuatro años de libertad supervisada luego de cumplir prisión y a 600 horas de
servicio comunitario. Ello, tras declararse culpable de poseer con la intención
de distribuir sustancias controladas.
El excentro de los Cangrejeros de Santurce fue
arrestado por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus
siglas en inglés), el 30 de junio del 2011 en su residencia en Cayey. Este
admitió a los agentes del ICE que era el dueño de las 218 plantas de marihuana
halladas en su casa, valoradas en US$150,000. De igual forma, reconoció que eran
suyas, las municiones de un rifle AR-15 que le fue ocupado.
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