MANAGUA, Nicaragua (7 Noviembre 2016).- El
presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido para su tercer mandato
consecutivo de cinco años con una aplastante mayoría, según los primeros datos
oficiales. Sin embargo, había desacuerdo entre las autoridades y la oposición
en cuanto al índice de participación, un dato clave porque parte de los
críticos al mandatario había llamado al boicot.
El mandatario, líder del Frente Sandinista de
Liberación Nacional, consiguió el 71,3% de los votos con el 21,3% escrutado,
mientras que su inmediato seguidor no llegaba al 17 por ciento, indicó el
presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas.
De confirmarse estas cifras, los sandinistas también
ganarían de forma abrumadora en el parlamento al conseguir 70 de los 92
diputados de la Asamblea.
La participación, también según datos preliminares,
se situó en el 65,3%, dijo Rivas.
Sin embargo, la oposición más dura a Ortega, que ha
cuestionado la legitimidad de estas elecciones e instó a los nicaragüenses a no
votar en señal de protesta, aseguró la noche del domingo que la participación
fue mucho menor y no llegó al 30%.
“Más del 70 por ciento de la población a nivel
nacional no se presentó a las juntas receptoras de votos”, afirmó en un
comunicado el principal movimiento crítico, el Frente Amplio por la Democracia,
señalando que a su juicio, ese dato muestra el hartazgo de la sociedad hacia el
gobierno.
La legitimidad de estos comicios generales, en los
que también se renueva el parlamento, ya fue cuestionada antes de su
celebración debido a los movimientos del oficialismo en los últimos meses para
debilitar a los partidos de oposición, muchos de los cuales vieron cómo sus
diputados eran expulsados del parlamento y de la contienda electoral mediante
argucias legales. Estos grupos instaron a la ciudadanía a boicotear la jornada
electoral y quedarse en casa.
“El día de hoy el pueblo de Nicaragua dijo ¡Basta
Ya! Basta ya de tanta violación a la Constitución y las leyes. Basta ya de
burlas a la voluntad popular. Basta ya de farsas y estafas electorales”, añadía
la nota del Frente Amplio.
Las autoridades electorales se habían mostrado
satisfechas el domingo con la afluencia de votantes, pero la organización civil
nicaragüense Panorama Electoral la calificó desde el primer momento de “rala”
(escasa).
No obstante, los seguidores del ex comandante
guerrillero, que está a punto de cumplir 71 años y de su esposa y compañera de
fórmula, Rosario Murillo, vicepresidenta electa, comenzaron a celebrar desde
antes de la lectura de los primeros datos oficiales.
Antes de la medianoche, las dudas comenzaron a
llegar. El analista político Bosco Matamoros se mostró escéptico ante las
cifras de participación publicadas por todos los bandos.
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