SANTO DOMINGO, República Dominicana (17 Diciembre
2016).- Este sábado, 17 de diciembre, se cumplen 186 años del fallecimiento por
enfermedad de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios,
más conocido como Simón Bolívar.
Militar y político venezolano, considerado uno de
los "Libertadores de América murió a los 47 años de edad, en la ciudad de
Santa Marta, Colombia.
Oficialmente, la causa de su muerte fue la
tuberculosis.
En diciembre de 1942, los despojos mortales del
Libertador recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa
Catedral Basílica de Santa Marta.
Luego, fueron
trasladados a Venezuela y sepultados en la capilla de la familia Bolívar, en la
Catedral de Caracas.
El 28 de octubre de 1876 sus restos fueron inhumados
en el panteón Nacional.
Sus últimas declaraciones reflejan el pesar que
sentía por no haber logrado su objetivo de la unión de la nueva patria:
“¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi
muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo
bajaré tranquilo al sepulcro”.
A los pueblos de Colombia
Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la
libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés,
abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me
persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de
vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor
a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las
puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me
dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra
gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien
inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para
libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones
al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías
sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad
de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide
la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de
diciembre de 1830.
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