WASHINGTON (7 Diciembre 2016). - El estado de
Georgia ejecutó hoy al preso William Sallie, condenado a
muerte por el asesinato en 1990 de su suegro, John Moore.
A Sallie, de 50 años, lo declararon muerto tras
recibir una inyección letal en la prisión estatal de Jackson, según notificó el
Departamento de Correcciones de Georgia.
El 28 de marzo de 1990, Sallie, cuya esposa -Robin-
le había pedido el divorcio un año antes, se presentó en la casa de sus suegros
vestido de camuflaje y con una pistola.
Lo primero que hizo fue matar de seis disparos a
John Moore, que tenía 41 años, y después hirió de bala a su suegra, Linda
Moore, y la esposó. También esposó al hermano pequeño de su mujer, Justin, de
tan solo nueve años.
Acto seguido, Sallie secuestró a su esposa y a la
hermana de ella, April, a las que llevó a una vivienda que había alquilado
cerca del lugar, donde las violó y finalmente liberó tras hacerle prometer que
no lo iban a denunciar.
Los abogados de Sallie habían presentado varios
recursos para detener su ejecución en los que defendían que uno de los miembros
del jurado que le condenó a muerte en 1991 mintió sobre sus posibles prejuicios
en el caso, pero los tribunales los rechazaron al ser presentados fuera de
tiempo.
Después de que el Tribunal Supremo denegara en
última instancia la apelación, el reo fue ejecutado con tres horas de retraso.
Mientras esperaba el desenlace, Sallie pidió de
última cena una pizza de salchicha y pepperoni, alitas de pollo y un refresco,
y recibió la visita de varios familiares y amigos para despedirse de ellos.
Georgia ha liderado el negro ránking de ejecuciones
en Estados Unidos durante 2016, con nueve de las 19 ocurridas en el país.
Nunca antes Georgia había ejecutado a tantos presos
en 12 meses siendo 1987 y 2015, con cinco presos cada uno, sus anteriores años
de mayor actividad.
Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos
reinstauró la pena capital en 1976, han sido ejecutados 1,441 presos en el
país, 69 de ellos en Georgia.
Este jueves, el estado de Alabama planea ajusticiar
al preso Ronald Smith por el asesinato en 1994 de un empleado de un
supermercado. Si nada lo impide, será la última ejecución del año.
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