CUBA FELICITA WASHINGTON POR ELIMINAR POLÍTICA MIGRATORIA PIES MOJADOS
LA HABANA (14 Enero 2017).- Cuba elogió como una
inteligente decisión de seguridad ciudadana para ambas naciones la decisión de
Washington de eliminar una política migratoria que permitía a cualquier isleño
que llegara a suelo estadounidense quedarse y obtener estatus de residencia
legal.
Los gobiernos de ambas naciones informaron la
víspera, y de manera conjunta, sobre el fin de la política conocida como
"pies secos, pies mojados", que permitía a los cubanos que llegaban a
territorio estadounidense permanecer allí pero devolvía a aquellos que eran
interceptados en alta mar, fomentando el contrabando con lanchas rápidas y las
mafias.
"Creaba serios problemas para la seguridad de
Cuba, para la seguridad de los Estados Unidos, para la seguridad de nuestros
ciudadanos que se veían expuestos por medio del aliento que implicaban estas
políticas preferenciales a tráfico de persona, fraude migratorio,
violencia", dijo el jueves por la noche Josefina Vidal, la encargada del área
de Estados Unidos de la Cancillería.
Un número no determinado de personas murieron en
estos años tratando de cruzar el Estrecho de la Florida.
La gente que ya se encuentra realizando trámites
amparada por los programas "pies mojados, pies secos" podrá continuar
con el proceso y obtener su residencia legal.
La decisión se da tras meses de negociaciones
enfocadas en parte en que Cuba permita el regreso de quienes sean rechazados
por Estados Unidos y en el marco de un proceso de normalización de relaciones
binacionales comenzadas en 2014 por el presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, y su homólogo en Cuba, Raúl Castro, para restablecer unos nexos rotos
hace más de 50 años.
A partir de este momento, los ciudadanos cubanos que
intenten entrar a Estados Unidos de manera ilegal y no cumplan los requisitos
para recibir asilo humanitario serán deportados, de conformidad con las leyes
estadounidenses y sus prioridades de aplicación, señaló por su parte Obama en
un comunicado.
"Al tomar esta medida, daremos a los migrantes
cubanos el mismo trato que damos a los migrantes de otros países. El gobierno
cubano acordó recibir a los nacionales cubanos que regresen, tal como aceptó el
regreso de migrantes interceptados en el mar", añadió.
Vidal también destacó que en el marco de este
entendimiento, Estados Unidos eliminó su programa de "parole", que
admitía a profesionales cubanos de la salud en terceros países estimulándolos a
emigrar.
La Habana también insistió en que ahora debe
derogarse la Ley de Ajuste Cubano, aprobada por el Congreso de Estados Unidos
en la década de los 60 y por la cual se otorga tratamiento especial de
refugiado a los isleños y se les da residencia al año.
Cuba consideraba que esta norma y la política de
"pies secos y pies mojados" eran parte de un "arsenal" de
hostilidades para politizar la cuestión migratoria, a la cual se sumaban las
sanciones económicas con el objetivo de modificar un modelo político poco afín
a Washington tras el triunfo de la revolución en 1959.
En una declaración escrita leída en la televisión
estatal el jueves por la tarde para dar a conocer la noticia a la población, el
gobierno de Cuba consideró que se trata de "un importante paso en el
avance de las relaciones bilaterales".
El presidente electo de Estados Unidos, Donald
Trump, podría revertir el cambio una vez que asuma el cargo la próxima semana.
Trump criticó las medidas de Obama para mejorar
relaciones con Cuba, pero eliminar una política que permitió que cientos de
miles de personas lleguen a Estados Unidos sin visa se alinea con el compromiso
del mandatario electo de imponer medidas migratorias más estrictas.
Las reacciones al anuncio entre la población fueron
matizadas y algunos reconocieron que no les sorprendió la noticia.
"Hace mucho tiempo tenía que haberse acabado y
se hubieran ahorrado muchas vidas, pero desgraciadamente... hay quien piensa
más a la ligera", dijo a la AP el custodio Nelson Millian.
Otros, como la estudiante de 19 años Dianelis
Quintero, creen que las salidas hacia Estados Unidos continuarán. "Hay
gente que quiere mejorar económicamente y con lo que ganan allá pueden ayudar a
su familia aquí. Un cambio de política no va a detenerlos".
"Pies mojados, pies secos" fue
implementada en 1995 por el presidente Bill Clinton tras reformar una política
migratoria más liberal. Hasta entonces, a los cubanos que eran capturados en el
mar mientras intentaban llegar a Estados Unidos se les permitía quedarse en el
país y podían obtener la residencia legal después de un año.
Washington era reacia a deportar gente a la isla
socialista gobernada en ese entonces por Fidel Castro, y en general el gobierno
cubano también se negaba a aceptar a los ciudadanos repatriados.
En el pasado, La Habana se quejó amargamente de los
privilegios migratorios especiales otorgados por Estados Unidos, ya que
alientan a los cubanos a arriesgarse a efectuar peligrosos viajes y generan una
fuga de cerebros. Pero la medida también sirvió como una válvula de escape al
permitir que los cubanos buscaran oportunidades económicas en el exterior y se
convirtieran en fuentes de apoyo financiero para sus parientes en la isla.
Entre la comunidad cubana en Miami hubo enojo contra
el anuncio de Obama, mientras algunos consideraron que la medida incrementará
las presiones para que haya cambios en la isla.
"La gente al no poder salir, internamente
podría traerle problemas al régimen", dijo Jorge Gutiérrez, un ex
combatiente en Bahía de Cochinos de 80 años. Sin embargo, subrayó que
"desde el punto de vista humano, es privar a las personas que están
pasando trabajo (en Cuba) la posibilidad de un futuro mejor".
Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba
estuvieron congeladas durante décadas en la Guerra Fría, pero Obama y el
presidente Castro reestablecieron vínculos diplomáticos plenos y abrieron
embajadas en sus respectivas capitales en 2015. Obama visitó La Habana en marzo
de 2016.
Funcionarios estadounidenses y cubanos se reunieron
el jueves en Washington para coordinar los esfuerzos en la lucha contra el
tráfico de personas.
Desde octubre de 2012, más de 118.000 cubanos se
presentaron en puertos de ingreso a lo largo de la frontera, de acuerdo con
estadísticas publicadas por el Departamento de Seguridad Nacional. Durante el
año fiscal de 2016, que finalizó en septiembre, más de 41.500 personas
ingresaron por la frontera sur, la mayor cantidad en cinco años. Otras 7.000
personas arribaron entre octubre y noviembre.
El trato preferente para los cubanos reflejaba el
poder político de los cubano-estadounidenses, en especial en Florida, un estado
crucial en los comicios presidenciales.
Eso cambió en los últimos años. Los cubanos de mayor
edad, en especial los exiliados al triunfo de la revolución, tienden a rechazar
el acercamiento diplomático de Obama hacia Cuba, mientras que los más jóvenes
demostraron que a diferencia de sus padres y abuelos, no necesariamente definen
su tendencia política por las relaciones entre Washington y La Habana.
Además, muchos reconocen que la emigración de los
últimos años no es política, sino económica.
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